13 febrero 2018

I Domingo Cuaresma: Moniciones 1


Resultado de imagen de san Marcos 1, 12-15

Inicial.          

El pasado miércoles, con la imposición de la ceniza, iniciamos el tiempo de Cuaresma, camino que nos lleva a las Pascua.

Tiempo fuerte que nos invita a profundizar en la oración, el ayuno y la limosna, o lo que es lo mismo, a abrir nuestro corazón a Dios y a los hermanos y cerrarlo a muchas cosas superfluas, que con frecuencia nos impiden ver lo esencial.

Hoy, como Jesús, iniciamos nuestro camino en el desierto, lugar de soledad y silencio, de austeridad y desprendimiento, dejándonos guiar por el Espíritu y apoyándonos en la Palabra de Dios.


Primera Lectura.

Una vez más, vamos a escuchar el conocido pasaje del diluvio, del que sólo Noé y su familia se salvan.  Dios establece una nueva alianza con su pueblo y el diluvio no se volverá a repetir.

Segunda Lectura.

San Pedro nos explica, cómo la alianza de Dios con su pueblo, culmina en Jesús muerto y resucitado. El agua del diluvio era una imagen del bautismo que ahora nos salva. El agua del bautismo nos da el Espíritu Santo, que un día nos resucitará, como resucitó al mismo Jesús.

Evangelio.   

Desierto y tentaciones son símbolos repetidos en la historia del pueblo de Dios.  También Jesús estará en el desierto y sufrirá la tentación, pero con Jesús hemos entrado en una nueva era, la de la fuerza del Espíritu, que le asiste en los momentos de prueba.  
Aclamamos al Evangelio puesto de pie.

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