06 diciembre 2017

Mª Inmaculada: Moniciones 2


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Saludo de entrada: 

En el contexto litúrgico del adviento celebramos esta fiesta de la Inmaculada Concepción de María, patrona de la Congregación del Santísimo Redentor (Los Redentoristas). El de adviento, sin lugar a dudas es el lugar litúgico de lo mariano, pero en este tiempo se entiende mejor el significado de María. El día 8 de diciembre de 1854 el papa Pío IX definía que la Virgen María, por gracia y privilegio de Dios, fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción. Les invito para que se pongan de pie para empezar, cantando, esta liturgia en honor a María, nuestra Madre.



Primera lectura: Gén 3, 9-15.20 (Primer pecado y primer anuncio de salvación)

Escucharemos a continuación un relato del libro del Génesis; éste nos indica que el origen de esa situación tan negativa es que el ser humano ha querido traspasar sus límites y ocupar el lugar de Dios: en vez de gozar el paraíso que él le había regalado y de seguir sus indicaciones; ha querido decidir por el mismo dónde estaba el bien y dónde estaba el mal. Escuchen, atentos este pasaje.


Segunda lectura: Ef 1, 3-6.11-12 (Dios nos eligió en la persona de Cristo)

En Jesucristo todos son invitados a participar de la vida de Dios. Por eso los creyentes son llamados a menudo “los santos”. Otro lenguaje habitual en el Nuevo Testamento para expresar esa misma realidad es el de la filiación, presente en el himno de la carta a los efesios, de donde está tomada la lectura que a continuación vamos a escuchar.


Tercera lectura: Lc 1,26-38 (Alégrate, María, llena de gracia)

Escucharemos el episodio del anuncio del nacimiento de Jesús, narrado por san Lucas. María reconoce la mano de Dios en estos acontecimientos y se muestra dispuesta a cumplir su voluntad. De pie, por favor, para escucha esta Buena Noticia, pero antes entonemos el Aleluya,


Oración de los fieles

A cada petición responderemos diciendo: “Que tu Santa Madre, Señor, interceda por nosotros”

1. Por la Iglesia que peregrina en este mundo con la esperanza de la gloria que un día se nos descubrirá; en comunión con María, Madre de la Iglesia. Roguemos al Señor.

2. Por la unión de las Iglesias divididas por el pecado; en comunión con María, madre de todos los creyentes en Cristo. Roguemos al Señor.

3. Por los enfermos, los moribundos, y por todos los que se encuentran en cualquier necesidad; en comunión con María, salud de los enfermos y consuelo de los afligidos. Roguemos al Señor.

4. Por nosotros que nos disponemos a celebrar la liturgia de la mesa eucarística, anuncio del banquete del reino eterno; en comunión con María, intercesora nuestra ante su Hijo Jesús. Roguemos al Señor.


Exhortación final

(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada domingo, San Pablo, España, 1993, p. 606)

Hoy te bendecimos, Padre, por Santa María Virgen,
La llena de tu gracia y favor, la madre inmaculada de Jesús;
Y unimos la espera y la esperanza de la venida de Cristo
Al recuerdo de su Madre bendita, que es toda ella adviento.

María es la mujer nueva que con Cristo, el hombre nuevo,
Refleja la nueva humanidad, restaurada a su hermosura primera,
Tal como salió de tus manos creadoras al amanecer el invierno.

Ella es también la mujer creyente, en quien colmas de bienes
A los humildes, mientras despides vacíos a los ricos engreídos.
Por todo ello, y porque en Cristo nos hiciste hijos tuyos
Para alabanza de tu gloria, ¡bendito seas por siempre, Señor!

Amén.

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