*Nos trae buenas nuevas (en medio de un noticiario negativo)
y esperanza (en un laberinto pesimista)
*Nos llama a la serenidad y a la confianza. ¡Hay tantas
razones para alterarnos y distanciarnos!
*Nos prepara, no ya al acontecimiento de la Navidad, sin a
aquel instante definitivo: ¡EL SEÑOR VENDRÁ!
*Nos constituye en “vigilantes”. Vivir esperándole y….como
Dios quiere; no como el mundo exige.