8 DE OCTUBRE DE 2017
Liturgia de las Horas – Tercera Semana del Salterio.
R I T O S I N I C I A L E S
CANTO DE ENTRADA.
Vamos cantando al Señor: Él es nuestra alegría.
Los cielos y la tierra aclaman al Señor: “Ha hecho maravillas, inmenso es su amor.”
Unidos como hermanos, venimos a tu altar, que llenes nuestras vidas de amor y de amistad.
SALUDO Y MONICIÓN.
ACTO PENITENCIAL.
GLORIA.
ORACIÓN COLECTA.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA.
Lectura del libro de Isaías 5, 1-7.
Voy a cantar a mi amigo el canto de mi amado por su viña.
Mi amigo tenía una viña en un fértil collado.
La entrecavó, quitó las piedras y plantó buenas cepas; construyó en medio una torre y cavó un lagar.
Esperaba que diese uvas, pero dio agrazones.
Ahora, habitantes de Jerusalén, hombres de Judá, por favor, sed jueces entre mí y mi viña.
¿Qué más podía hacer yo por mi viña que no hubiera hecho?
¿Por qué, cuando yo esperaba que diera uvas, dio agrazones?
Pues os hago saber lo que haré con mi viña: quitar su valla y que sirva de leña, derruir su tapia y que sea pisoteada.
La convertiré en un erial: no la podarán ni la escardarán, allí crecerán zarcas y cardos, prohibiré a las nubes que lluevan sobre ella.
La viña del Señor del universo es la casa de Israel y los hombres de Judá su plantel preferido.
Esperaba de ellos derecho, y ahí tenéis: sangre derramada; esperaba justicia, y ahí tenéis: lamentos.
PALABRA DE DIOS
SALMO RESPONSORIAL. Salmo 79.
Antífona: La viña del Señor es la casa de Israel.
Sacaste una vid de Egipto, expulsaste a los gentiles, y la trasplantaste: Extendió sus sarmientos hasta el mar, y sus brotes hasta el Gran Río.
¿Por qué has derribado su cerca para que la saqueen los viandantes, la pisoteen los jabalíes y se la coman las alimañas?
Dios del universo, vuélvete: mira desde el cielo, fíjate, ven a visitar tu viña. Cuida la cepa que tu diestra plantó y al hijo del hombre que tú has fortalecido.
No nos alejaremos de ti: danos vida, para que invoquemos tu nombre. Señor, Dios del universo, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.
SEGUNDA LECTURA.
Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Filipenses 4, 6-9.
Hermanos:
Nada os preocupe; sino que, en toda ocasión, en la oración y en la súplica, con acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Dios.
Y la paz de Dios, que supera todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Finalmente, hermanos, todo lo que es verdadero, noble, justo, puro, amable, laudable, todo lo que es virtud o mérito, tenedlo en cuenta.
Lo que aprendisteis, recibisteis, oísteis, visteis en mí, ponedlo por obra.
Y el Dios de la paz estará con vosotros.
PALABRA DE DIOS
ALELUYA.
Antífona: Yo os he elegido del mundo, –dice el Señor- para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca.
EVANGELIO.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 21, 33-43.
En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: Escuchad otra parábola: «Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó una torre, la arrendó a unos labradores y se marchó lejos.
Llegado el tiempo de los frutos, envió sus criados a los labradores para percibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro y a otro lo apedrearon.
Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último, les mandó a su hijo diciéndose: "Tendrán respeto a mi hijo".
Pero los labradores, al ver al hijo se dijeron: "Este es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia".
Y agarrándolo, lo sacaron fuera de la viña y lo mataron. Cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?».
Le contestan: «Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores que le entreguen los frutos a su tiempo».
Y Jesús les dice: «¿No habéis leído nunca en la Escritura: "La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente"?
Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos.
PALABRA DEL SEÑOR
HOMILÍA.
CREDO.
ORACIÓN DE LOS FIELES.
LITURGIA EUCARÍSTICA
OFERTORIO.
Canto:
Te ofrecemos, Señor, este pan y este vino, que en tu cuerpo y tu sangre quedarán convertidos.
Con el vino y el pan, te ofrecemos el fruto de nuestro trabajo, la ilusión de vivir, el placer y el dolor, la alegría y el llanto.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS.
PREFACIO Y SANTO.
PLEGARIA EUCARÍSTICA.
RITO DE LA COMUNIÓN
PADRE NUESTRO.
RITO DE LA PAZ.
CORDERO DE DIOS.
COMUNIÓN.
Canto:
Por los caminos sedientos de luz levantándose antes que el sol, hacia los campos que lejos están muy temprano se va el viñador. No se detiene en su caminar, no le asusta la sed ni el calor. Hay una viña que quiere cuidar una viña que es todo su amor.
Dios es tu amigo el viñador el que te cuida de sol a sol. Dios es tu amigo el viñador el que te pide frutos de amor.
El te protege con un valladar levantado en tu derredor, quita del alma las piedras del mal y ha elegido la cepa mejor. Limpia los surcos con todo su afán, y los riega con sangre y sudor. Dime si puede hacer algo más por su viña el viñador.
Por los caminos sedientos de luz levantándose antes que el sol, hacia los campos que lejos están muy temprano se va el viñador. Sólo racimos de amargo sabor, ha encontrado en tu corazón. Dime si puede esperar algo más de su viña el viñador.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN.
Gracias, Señor, por quedarte junto a nosotros hecho alimento, para ayudarnos a recorrer el camino.
Gracias por las llamadas que continuamente nos haces a seguirte, a testimoniar con nuestra vida el Evangelio, a ser cepas que den buenos y abundantes frutos.
Gracias por insistir en las llamadas, pese a que nuestras respuestas casi siempre son negativas, tibias, faltas de coraje y decisión. No te canses Señor.
Ayúdanos con la fuerza de esta comunión a dejarnos transformar, a dejarnos podar y entrecavar, para que seamos cepas renovadas, que cada cosecha dan mejores frutos.
ORACIÓN.
RITO DE CONCLUSIÓN.
BENDICIÓN Y DESPEDIDA.
Canto.
A Dios den gracias los pueblos, alaben los pueblos a Dios. A Dios den gracias los pueblos, alaben los pueblos a Dios.
Que Dios tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro entre nosotros: conozca la tierra tus caminos, las naciones tu salvación.
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