Inicial.
Un domingo más, estamos reunidos para encontrarnos con el Señor en la celebración de la Eucaristía.
Hoy, el Señor nos va a plantear un tema muy actual: el mal que existe en el mundo, y sobre el que con frecuencia nos preguntamos ¿Por qué lo permite Dios? La respuesta que vamos a encontrar en las lecturas es que Dios es paciente, respetuoso con nuestra libertad y que a nosotros nos pide la misma actitud.
Desde nuestra pequeñez queremos transformar este mundo que nos rodea, con un trabajo constante, paciente y pidiendo que el Espíritu de Dios nos guíe, anime y empuje.
Primera Lectura.
El sabio nos habla de la bondad de Dios. Acoge, perdona y nos enseña que el justo debe ser humano. Sólo se comporta con energía ante aquellos que se muestran arrogantes.
Segunda Lectura.
San Pablo nos habla en su carta de cómo el Espíritu de Dios actúa en nosotros.
Evangelio.
Jesús sigue este domingo explicándonos en parábolas cómo es el Reino que quiere instaurar. Desde la sencillez, ya que de lo pequeño Dios hace cosas grandes, nos invita a ser trigo bueno en medio de la cizaña.
Puestos de pie cantamos aleluya.
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