15 marzo 2017

III Domingo Cuaresma: Moniciones entrada, lecturas...


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MONICIÓN DE ENTRADA

Sed todos, hermanos y hermanas, bienvenidos a la Eucaristía. Este Tercer Domingo de Cuaresma se sitúa en la mitad de este Tiempo. Vamos avanzando hacia la Pascua recibiendo la enseñanza de Jesús de Nazaret. Y, hoy, Jesús, en su encuentro con la Samaritana, le ofrece Agua Viva, un agua de eternidad que calmará siempre la sed. Nuestra insatisfacción cotidiana, la sed de poder y riquezas, la envidia y el egoísmo, sólo pueden calmarse con el Agua Viva que da Jesús. En la mitad del camino cuaresmal, debemos de recapacitar sobre nuestras insatisfacciones y carencias… y como la Samaritana aceptar el agua que Jesús nos ofrece. No perdamos la oportunidad de beber para no tener nunca más sed. Y recordaros que mañana celebramos la Solemnidad de San José, esposo de la Virgen María. La Iglesia ha decidido trasladar la conmemoración al lunes 20.




MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS

1.- El pueblo tiene sed y murmura de Dios. Pero el Señor, compasivo y misericordioso muestra a Moisés como sacar agua de las piedras. Es el relato de nuestra primera lectura de hoy sacada del capítulo 17 del Libro del Éxodo. Dios socorre al pueblo peregrino por el desierto pero le va a recordar el lugar de la revuelta de la protesta.

S.- El salmo 94 es un reconocimiento del poder del Señor. Los judíos, por ejemplo, lo utilizaban como himno para agasajar al Rey divino, sobre todo en sus versículos 7, 11, a pesar de las ofensas realizadas por el pueblo. Para nosotros tiene su matiz penitencial, propio de este tiempo de Cuaresma. Y así, los versos 8 y 9, los referidos a los días de Meribá y de Masá, han tenido siempre ese sentido penitencial.

2.- San Pablo, en la segunda lectura, que es de la carta a los Romanos, condensa con sabiduría esa compasión y misericordia de Dios que llega a entregar a su propio Hijo para que en un momento difícil de la historia el género humano no desaparezca por el pecado. El agua del Horeb es la entrega de Jesucristo.

3.- El texto evangélico de hoy es largo y muy bello. San Juan narra la escena magnifica entre Jesús y la samaritana, en la que esta mujer va saliendo de su asombro por lo que le dice el Señor y se convierte, asume con sinceridad y honradez su turbulenta vida pasada. Y además Jesús de Nazaret le ofrece la salvación por el culto a verdad y en espíritu de verdadero Dios. Debemos escuchar con mucha atención el evangelio de hoy que además de una gran belleza literaria tiene un profundo significado en cuanto a la salvación eterna.

Lectura de Postcomunión

MONICIÓN

Como todos los domingos el sacerdote navarro, Javier Leoz, nos ofrece una nueva plegaria para estos momentos finales de nuestra Eucaristía



¡TÚ, SEÑOR, ERES EL POZO DEL AGUA VIVA!

Entra, Señor, en el pozo de  mi alma:

es hondo, como el de la  Samaritana

con fragilidades, como la  vida de la Samaritana

con sed de agua limpia, como  la de la Samaritana

con sed de Dios, como la de  la Samaritana

Entra, Señor, en el pozo de  mi alma

Y que, como la Samaritana,  pueda decir también

He estado con Jesús…y sabe todo  lo que he hecho

Amén.

Exhortación de despedida

Jesús nos ha enseñado a calmar nuestra sed de riquezas, de placeres, de dinero. El agua que nos ofrece nos muestra el camino director hacia la vida eterna. Y es de la eternidad desde donde llega el agua que el Maestro nos da.

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