Manos Unidas

Hoy ocupan nuestro espacio religioso dos motivos: el primero por ser domingo, día del Señor y el segundo por ser la jornada de Manos Unidas. Así se llama la ONG (Organización No Gubernamental) de la Iglesia católica, que tiene como misión o proyecto trabajar para apoyar a los pueblos del Sur (pueblos pobres o empobrecidos) en su desarrollo y en la sensibilización de la población española. Conviene recordar que en este mundo nuestro 800 millones de sus habitantes sufren hambre. Los ingresos a esta ONG los aportan: el 87`1 por ciento fuentes privadas y el 12´9 por ciento el sector público. Su objetivo es pelear contra el hambre, (en un principio se la llamó “Campaña contra el hambre”) contra la miseria, contra la enfermedad, contra el subdesarrollo y la falta de instrucción. El hambre mata cada año a más personas que el sida, la malaria y la tuberculosis juntos. Le preocupa y combate contra la desigualdad, contra la injusticia, contra la insolidaridad y la crisis de los derechos humanos. Siendo el evangelio y la dignidad de la persona el fundamento de este quehacer, Manos Unidas se inclina por la austeridad, por la cultura de la paz, por la reconciliación, por la amistad y respeto a la vida. Manos Unidas es una organización que la podemos calificar de bien estructurada, dependiente de la Iglesia católica y de confianza en el sentido de que el dinero es acertadamente empleado. Aquí y allá se oyen comentarios sobre si llegan o no llegan los donativos, si una parte se queda en el camino… En el año 2015 Manos Unidas recaudó cuarenta y cinco millones y medio de euros. Mi experiencia me dice que Manos Unidas es de total confianza.

Las manos son un órgano simpático y que desempeña más funciones que a primera vista se pudiera esperar. De todos es conocida la elegante respuesta “manos blancas no ofenden, señora”. Saben representar a la persona entera, al amor, a la amistad. Un apretón de manos expresa la unión cariñosa entre dos personas. A las manos también les afecta la hipocresía: “a veces lavándonos las manos, nos ensuciamos las conciencias”. No le sucede esto solo a Pilato. No llego a entender la siguiente afirmación: “Las manos que ayudan son más nobles que los labios que rezan”. Me imagino que se refiere a que son más importantes las obras, los hechos que las palabras. Es gráfica la interpretación que daba un anónimo al hecho de que tengamos dos manos: ”A medida que crezcas, descubrirás que tienes dos manos: una para ayudarte a ti mismo y otra para ayudar a los demás”.

El lema de Manos Unidas de este año es “El mundo no necesita más comida”Sin embargo hay 800 millones de habitantes que sufren hambre. ¿Dónde está el fallo? Naturalmente que en la distribución o reparto: mientras unos se llevan la parte del león, otros se tienen que conformar con las migajas. 

Volviendo al evangelio, si fuéramos coherentes en el momento del ofertorio se formaría una pequeña o no tan pequeña procesión en busca de la reconciliación.

Josetxu Canibe