28 febrero 2017

I Domingo de Cuaresma: Moniciones a las Lecturas


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Monición a la lectura:
En esta lectura que vamos a escuchar se afirma con claridad que el hombre no es autónomo, sino que procede de Dios y ha de vivir en constante relación con Él. La tentación está precisamente en querer romper esa relación, en querer vivir en sí y para sí, en total independencia.
La pregunta es cuándo el hombre es más humano, cuando pasea con Dios en el jardín o cuando se esconde de Dios, cuando se identifica con sus deseos o cuando extiende la mano al fruto prohibido, cuando se considera amigo de Dios o cuando juega a ser Dios. Escuchamos la respuesta.

Lectura del libro del Génesis
El Señor Dios modeló al hombre de arcilla del suelo, sopló en su nariz un aliento de vida, y el hombre se convirtió en ser vivo. El Señor Dios plantó un jardín en Edén, hacia oriente, y colocó en él al hombre que había modelado. El Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles hermosos de ver y buenos de comer; además el árbol de la vida, en mitad del jardín, y el árbol del conocimiento del bien y el mal.
La serpiente era el más astuto de los animales del campo que el Señor Dios había hecho. Y dijo a la mujer: -¿Cómo es que os ha dicho Dios que no comáis de ningún árbol del jardín?
La mujer respondió a la serpiente: -Podemos comer los frutos de los árboles del jardín; solamente del fruto del árbol que está en mitad del jardín nos ha dicho Dios: “No comáis de él ni lo toquéis, bajo pena de muerte”.
La serpiente replicó a la mujer: -No moriréis- Bien sabe Dios que cuando comáis de él se os abrirán los ojos y seréis como Dios en el conocimiento del bien y el mal.
La mujer vio que el árbol era apetitoso, atrayente y deseable porque daba inteligencia; tomó del fruto, comió y ofreció a su marido, el cual comió. Entonces se les abrieron los ojos a los dos y se dieron cuenta de que estaban desnudos; entrelazaron hojas de higuera y se las ciñeron.

Palabra de Dios
Monición al salmo:
Hoy te pedimos, Señor, misericordia, porque tu bondad y tu compasión son inmensas y superan nuestra miseria y nuestro pecado.
Miro a mi corazón y lo siento como un pozo insondable de impurezas e injusticias. Pero miro tu corazón y descubro un manantial inagotable de gracia.
Te pedimos misericordia por el pecado del mundo, un mar lleno de aguas turbias y violentas, impuras y engañosas, oleajes tremendos, que todo lo manchan y avasallan.
Y nos volvemos a Ti, y miramos tu Corazón, un océano de aguas limpias que pueden sanear y fecundar todos los mares del mundo.
Por eso te damos gracias y proclamamos sin fin tu alabanza.

Salmo: Misericordia, Señor, hemos pecado (Salmo 50)
Monición al Evangelio:
Jesús fue tentado por el diablo o por quien sea. Quiere decir que la tentación no es pecado, sino que es condición humana. Y quiere decir que Jesús tiene la condición humana y que por tanto puede comprender del todo nuestras miserias.
Jesús superó la tentación. Es decir, Jesús no viene a quitar la tentación, sino a vencerla. No viene a quitar el sufrimiento, sino a transformarlo. No viene a quitar la cruz sino a echarse en ella. No viene a quitar la muerte, sino a vencerla.
Las tentaciones de Jesús son un esquema de las tentaciones del pueblo de Dios y de todo hombre que quiere independizarse de Dios y vivir para sí, como un dios.

+ Lectura del santo Evangelio según San Mateo
En aquel tiempo, Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo. Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al final sintió hambre. Y el tentador se le acercó y le dijo: -Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes.
Pero él le contestó diciendo: -Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Entonces el diablo lo lleva a la Ciudad Santa, lo pone en el alero del templo y le dice:
-Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: Encargará a los ángeles que cuiden de ti y te sostendrán en sus manos para que tu pie no tropiece con las piedras.
Jesús le dijo: – También está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios.
Después el diablo lo lleva a una montaña altísima y mostrándole todos los reinos del mundo y su esplendor le dijo: -Todo esto te daré si te postras y me adoras.
Entonces le dijo Jesús: -Vete, Satanás, porque está escrito: Al Señor tu Dios adorarás y a él solo darás culto.
Entonces lo dejó el diablo, y se acercaron los ángeles y le servían.

Palabra del Señor

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