19 enero 2017

Para fijarnos en el evangelio del Domingo III de Tiempo Ordinario

● El relato nos presenta el comienzo del ministerio de Jesús en Galilea, que tiene como pistoletazo de salida el arresto de Juan Bautista.
● Su ministerio empieza con el anuncio de la proximidad del Reino del cielo (de Dios) en Cafarnaúm “la Galilea de los paganos”.
● Por lo que nos dicen los Evangelios no parece que Jesús tuviera mucho éxito en Cafarnaúm.
● La misión de Jesús, el anuncio de su Evangelio es universal. ¿No nos está diciendo con ello Dios que la predicación del Evangelio, el anuncio de la Buena Nueva del Reino no puede reducirse en lugares cálidos sino que ha de realizarse también en la intemperie, donde está la vida de la gente?

● En la persona de Jesús ha llegado el tiempo de la salvación. Esta cercanía de Dios, este anuncio de la proximidad del Reino en una muy buena noticia, es algo maravilloso que además exige una respuesta: la conversión “Convertíos, que el Reino de Dios está cerca”.
● Es la respuesta que Dios nos pide ante la cercanía del Reino. Conversión que consiste en un cambio de sentir y pensar, en un cambio de vida, en poner a Dios en el centro de nuestra vida.
● Conversión que por una parte es don de Dios y por otra parte es tarea nuestra.
● Vivir el Reino de Dios supone tratar de asumir las actitudes y comportamientos de Jesús, sus gestos y palabras y eso pide una conversión profunda para todo ser humano
● Este relato que nos describe los primeros pasos del ministerio público de Jesús y nos narra la llamada de los primeros discípulos, que nos representan a todos nosotros.
● Dios llama, es Él quien toma la iniciativa y nos está diciendo que Jesús desde el principio trabaja por constituir una comunidad, un grupo de personas corresponsables.
● Jesús no quiere actuar en solitario, se deja acompañar por sus discípulos. De ahí la importancia de la comunidad.
● A lo mejor pecamos con frecuencia de personalismos y nos cuesta entrar en una dinámica de comunidad.
● Jesús no espera pacientemente que se interesen por Él o por el Reino, es Él quien toma la iniciativa y sale al encuentro.
● Los discípulos son el prototipo de respuesta que Dios espera: la prontitud. La llamada de Jesús es a seguirle, esto es lo fundamental.
● La respuesta fue inmediata e incondicional. La respuesta que consiste en seguirlo, es la invitación fundamental de Jesús: seguirlo para compartir su obra y su misión.
●Sabemos que el seguimiento de Jesús no les fue nada fácil, permanentemente tuvieron que convertirse al estilo y manera de ser de Jesús. ¿Nos cuesta seguir a Jesús?
● La profesión de estas dos parejas de hermanos se convierte en metáfora del nuevo estilo que Jesús les ofrece: atraer a mujeres y hombres a Jesús.
● Para concluir el texto nos ofrece un su- mario de lo que fue la vida pública de Jesús: enseñaba, proclamaba la cercanía del Reino y curaba enfermos.
● Podríamos decir que la vida de Jesús se resumía en gran medida en dos prácticas: enseñar y curar, (también oraba y mucho…).
● Para ser creíbles es preciso que las palabras vayan acompañadas de obras. Así lo hemos de hacer sus seguidores de hoy.

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