Como los magos del evangelio acudimos a Jesús, para que interceda por la Iglesia, por el mundo y por todos nosotros.
• Que la Iglesia muestre a todo el mundo a Jesús, como aquel en quien, hombre como nosotros, pueden sentirse convocadas todas las culturas y religiones que buscan honradamente a Dios de mil maneras diferentes.
• Que nuestro mundo, dividido entre naciones, fronteras y vallas supere todas las dificultades que nos impiden conocernos y comprendernos como ciudadanos de un único mundo y como una fraternidad universal.
• Que quienes se dedican al mundo de la ciencia y la tecnología descubran, en todos los seres y realidades, una riqueza que va más allá de la mera utilidad y la sola e cacia. También las estrellas son lenguaje de Dios.
• Que quienes caminan por la vida buscando la estrella que dé sentido a su vida y a toda existencia, y no la encuentran, descubran en sí mismos, en los otros y en la naturaleza, el norte que satisfaga todas sus inquietudes o desesperanzas.
• Que logremos, entre todos, acoger y construir un mundo y una ciudad capaces de vivir con alegría la riqueza de la diversidad, la interculturalidad y la diferencia.
• Que los cristianos consigamos deshacernos de una falsa religiosidad que pretende vivir para Dios sin desprenderse de la idolatría del dinero, del poder y del consumo.
• Que los niños, que hoy abren sus ojos a sueños y utopías irrealizables puedan crecer como personas libres, honradas, justas y maduras sin perder la ilusión por construir un mundo nuevo de justicia, paz, concordia y alegría.
Te lo pedimos, Padre, por Jesucristo, nuestro Señor, niño hoy, adulto mañana y siempre salvador de toda la humanidad.
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