Jesús es el modelo de esta nueva relación con Dios –filiación- y con los hermanos –fraternidad. Nuestro bautismo es “nacer a una vida nueva” cargada de posibilidades y alternativas desde nuestra liberación del mal y del pecado. Una nueva visión de la realidad de nuestra propia existencia y del mundo que nos rodea. La conversión cristiana no depende “del saber más”, de mayor conocimiento y ciencia; depende de la forma de comprender la vida y de vivirla. Es decir, de transformar no sólo las conductas y nuestras relaciones con los demás, sino nuestras actitudes. Por eso es “gracia de la conversión”, porque es libertad y regalo, es opción y alternativa don recibido, del que lo busca y lo desea como “razones para vivir” la vida.
GESTO
Asumimos hoy el ACTO PENITENCIAL de la Eucaristía. Para ello, en caso de no tener la pila bautismal en el mismo presbiterio, se puede tener delante una bella jofaina que lo simbolice, tal vez junto con el cirio pascual encendido. Del mismo modo se tendrán preparadas unas hojitas con el texto de las “renuncias” para que puedan ser leídas por todos los bautizados.
Monición
El bautismo de Juan era un bautismo “de conversión”. Jesús “se dejó bautizar” por Juan, a pesar de la negativa de éste. Aunque nuestro bautismo ha sido un bautismo “de Espíritu santo”, también nosotros, como Jesús, hemos sido bautizados en el bautismo de Juan, un bautismo “de conversión”. Por eso hoy, al comenzar la Eucaristía, quienes hemos sido bautizados pedimos perdón al Señor renovando las renuncias que, en su momento, hicimos ante la pila bautismal.
Al reafirmar hoy nuestro bautismo, suscribimos el compromiso de liberarnos de cualquier esclavitud y vivir como hombres y mujeres nuevos que hacen que “sea posible otro mundo”. Por tanto, os pregunto:
• ¿Estáis dispuestos a luchar contra el mal y el pecado?
TODOS:
Si, yo estoy dispuesto
a luchar contra mi egoísmo,
a dejar atrás mi pereza y mi comodidad,
a vencer mi cobardía y mi mentira
y a superar mi mediocridad.
a luchar contra mi egoísmo,
a dejar atrás mi pereza y mi comodidad,
a vencer mi cobardía y mi mentira
y a superar mi mediocridad.
• ¿Os comprometéis hoy con el camino de Jesús?
TODOS:
Sí, yo me comprometo
a buscar a Dios por encima de todo,
a reconocer un hermano en cada hombre y cada mujer,
a perdonar siempre y no guardar rencor,
y a vivir en la alegría y en la esperanza.
a buscar a Dios por encima de todo,
a reconocer un hermano en cada hombre y cada mujer,
a perdonar siempre y no guardar rencor,
y a vivir en la alegría y en la esperanza.
Os invito, pues, hermanos, a acercaros a la pila del bautismo y besarla, expresando así con vuestro gesto el deseo de mantener vuestra renuncia al mal y la renovación de vuestro compromiso bautismal.
Al término del gesto y vueltos de nuevo a sus sitios en la asamblea, puede proseguirse con el ACTO PENITENCIAL iniciándolo con alguna de las fórmulas acostumbradas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario