● Después de unos treinta años que pa- só Jesús en Nazaret, su vida oculta, o sea la mayor parte de su vida, se acercó al río Jordán donde Juan predicaba, bautizaba y donde en torno al bautista se había creado un grupo de seguidores, un movimiento.
● El bautismo de Juan sólo se recibía una vez en la vida, quien tenía que bautizarse antes manifestaba arrepentimiento de sus pecados, como condición para ser admitido en el rito de la inmer- sión en el agua y ser bautizado.
● El bautismo de Juan era muestra del arrepentimiento y promesa del perdón de los pecados que Dios concedería en un futuro próximo, cuando la historia llegaría a su fin. El perdón de los pecados no era concedido en el momento del bautismo sino que se recibiría en el último día con la efusión del Espíritu Santo.
● Juan proclamaba la conversión ante el fin inminente.
● Los tres sinópticos narran el bautismo de Jesús de una forma muy similar y lo sitúan al inicio de la actividad pública de Jesús, como el acto inaugural en el que Jesús asume su condición y su misión mesiánica.
● Parece que Juan, durante un tiempo, fue el maestro de Jesús. Del núcleo de seguidores del bautista Jesús escogió algunos de sus discípulos. Pero el planteamiento y el estilo de vida de Juan y de Jesús son diferentes.
● El diálogo que aparece en el relato entre Juan y Jesús tiene como finalidad resaltar la superioridad de Jesús. Ciertamente Jesús no tenía porque recibir el bautismo de Juan; pero Jesús se hace uno más mezclado entre la gente que se acercaba a Juan, cargando sobre sus hombros nuestros pecados, el que no conocía el pecado.
● Juan concedía una gran importancia al Dios juez, que pronto juzgaría a la humanidad, mientras Jesús predicaba el Reino del Padre de la misericordia, la compasión y el perdón. Esta Buena Noticia Jesús la anunciará, la vivirá y la expresará con sus palabras y sus signos a lo largo de su vida pública. Esta buena noticia de Jesús no cuadraba con la mentalidad religiosa del momento y le llevará a Jesús a la cruz. Esta experiencia de Dios Padre compasivo y lleno de misericordia es la mayor y mejor herencia del cristianismo.
● La experiencia de Dios y la de Juan eran bastante diferente.
● Para Jesús Dios es ante todo Padre, esta convicción de Hijo le acompañaría a lo largo de toda su vida. Y de Dios Padre hablará en distintas ocasiones.
● El relato está descrito como teofanía, como manifestación de Dios. Es el bautismo de Jesús una nueva manifestación de Jesucristo.
● En este momento del bautismo Dios Padre, por medio de aquella voz que se oye, nos muestra la verdadera identidad de Jesús: Jesús es el Hijo predilecto de Dios Padre. ¿Quién es Jesús? El Hijo predilecto del Padre. Y a partir de este momento comienza la misión de Jesús.
● El bautismo de Jesús nos recuerda nuestro propio bautismo por el que hemos sido incorporados en la familia de Dios, por el que se nos ha dado la vida de Dios. Somos hijos de Dios, he ahí también nuestra identidad. Con este motivo demos le gracias a Dios por nuestro bautismo, renovémoslo y veamos si somos consecuentes con lo que somos.
● Nuestra identidad es nuestra filiación divina, somos hijos de Dios. Lo más grande que se puede decir de nosotros: somos hijos de Dios, todos los otros títulos son insignificantes al lado de este. Ahí está nuestra seña de identidad que nos hace a todos los bautizados iguales: miembros de la misma familia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario