11 diciembre 2016

Tú que buscas otras sendas

Resultado de imagen de Evangelizar a los pobres
Gandy, personaje excepcional y, aunque no era cristiano, hacia la mitad del siglo pasado, leyó los evangelios y quedó impresionado, entusiasmado de su valor y de su grandeza. Quiso comprobarlo en la realidad. Para ello decidió visitar Europa, por ser este el continente cristiano. Su decepción fue inmensa. Los europeos no vivían, no seguían el sentir evangélico. No se trata de lo mismo, pero sí guarda ciertas similitudes con lo protagonizado por Gandy, por Jesús y por Juan el Bautista.
¿Eres tú el que tiene la verdad, el que fundamentas la esperanza, el que da sentido a nuestras vidas… o esperamos otro?: otra filosofía, otra ética, otro sistema organizativo de la sociedad, otro salvador. No vemos claro para qué vivir, en quién confiar, para qué luchar. El Bautista envió a dos de sus discípulos a Jesús para informarse. Y la respuesta fue: los ciegos ven, los leprosos quedan limpios …. Dicho de otro modo: opción por los débiles.
Cuenta el escritor José María Gironella, víctima de una crisis personal aguda, que fueron el recuerdo de los misioneros/as lo que le salvó: “Cuando veo el ejemplo de mi hermana, que va a cuidar enfermos en fase terminal o a atender a personas de raza negra, me sereno y digo: sí que existe algo. Por eso un crucifijo preside mi mesa, porque Cristo es, seguramente, el hombre más completo que ha existido en el mundo”. En parecidos términos se expresaba un tertuliano de la radio, quien comentaba: “Me interesa más la Madre Teresa limpiando el culo a un enfermo de cólera, que un cardenal escrutando profundos libros de teología”.
“Volved a Jesús” es el lema que propone el Papa Francisco para resolver la actual crisis de la Humanidad. Todos nosotros conocemos alguna imagen de Juan el Bautista con el brazo estirado hacia delante a media altura y con el dedo índice señalando un punto. Ese punto es Jesús, cuando fue presentado por Juan el Bautista a los apóstoles: “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. Quitar el pecado supone sanar, recuperar a gentes rotas, abatidas, enfermas. Al gesto de tener permanentemente el brazo en postura de señalar a una persona, se ha convertido en el dicho popular: ”Hasta que San Juan baje el dedo”. Es decir, que se prolongará por mucho tiempo, por tiempo indefinido. Este Jesús “completo”, este Jesús líder, este Jesús-Dios que venga por tiempo indefinido “Vamos a volver” a Jesús y quedarnos hasta que “San Juan baje el dedo. “Ven, salvador, ven sin tardar, tu pueblo esperando está”.
Josetxu Canibe

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