20 diciembre 2016

Pregón navideño

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PREGÓN NAVIDEÑO

Por Javier Leoz

Hace muchos siglos, cuando las noches eran interminablemente largas

y la luz del día se resistía a aparecer en el horizonte.

Cuando los hombres dejaron de tenderse, darse la mano

y de ofrecerse, los unos a los otros, como ayuda en el camino.

Hace muchos siglos, cuando las injusticias

se desplegaron como un inmenso paraguas

sobre los más pobres y necesitados.



Cuando miles de hombres miraban hacia el cielo

esperando respuestas que, a pie llano, se les negaba

Hace muchos siglos se comenzó a hablar del Nacimiento de un Niño

Un Niño que, con rostro humano, sería semblante de Dios

Un Niño que, al venir, cumpliría promesas, deseos y sueños de la humanidad

Un Niño que, cuando llegó, convirtió el mundo en un remanso de paz

Un Niño que, en su amanecer, se vio el brillo de la bondad

Un Niño que, al gemir, latió con un corazón rebosante de paz

bendiciendo con manos llenas de amor

destellando miradas y llantos con sabor a Dios.

Hace muchos siglos, en Belén, en el silencio

el amor habló de una forma infinitamente humilde:

¡Dios se hizo hombre!

El cielo se rebajó a nivel de la tierra

La humildad asomó por todos sus costados

El perdón y la paz, alcanzaron a toda buena voluntad



Pero, hoy, al igual que entonces

Dios sigue naciendo en el pesebre de cada persona

Dios flota en las aguas del Misterio

Una VIDA NUEVA emerge vigorosa y con sabor a cielo

Una ilusión llama a la puerta de nuestra tristeza de nuestro desencanto

¡ES NAVIDAD!

Y, como aquella primera Navidad de hace 20 siglos,

el cielo regala abundancia de dones

lo celestial nos contagia la alegría que el mundo nos arrebata

la Morada de Dios nos llena, con impulsos de una humanidad nueva.

¡ES NAVIDAD!

No dejéis que corra más el tiempo:

¡Viene el Señor!




Y, cuando acude el Señor, lo hace en silencio y sin ruido

Brotará de unas entrañas virginales, de Aquella que dijo “SI”

Y, crecerá, al amparo de la sabiduría y entereza de un tal José

¡Viene el Señor! ¡Es Navidad!

Lo grande, no tiene cabida en Belén; ahí triunfa lo pequeño

El Amor, tiene música y partitura propia: Dios nos ama

Lo viejo pasa y comienza lo nuevo; Dios en persona despunta

Un gran regalo se nos entrega; una vida estremecida y humillada

Es agasajo de Dios; don para todos y cada uno de los hombres

Entre troncos revestidos de paja vendrá el Señor

Y, en dos maderos teñidos de sangre, se irá el Señor

En tablas viene el amor sin musitar palabra alguna,

Crucificado entre tablas se irá el amor

con escasas siete palabras de misericordia, vértigo y paz



En silencio, nacerá Dios

En silencio, se nos irá el Señor

Pero, mientras tanto, ¡Es Navidad!

Fuente inagotable de lo que nunca se agota en Dios: el AMOR

Gracia que recompensa toda espera: EL AMOR DE DIOS

Fuego que nunca podrá apagarse: EL AMOR DE DIOS

Paz y amor reverberando: EL AMOR DE DIOS

Caricia de Dios al hombre: EL AMOR DE DIOS

Beso de Dios a nuestro barro: EL AMOR DE DIOS

Reparto de fe y de esperanza: EL AMOR DE DIOS

Contagio de fraternidad y alegría: EL AMOR DE DIOS

¡ES NAVIDAD! ¡DIOS BAJA A LA TIERRA

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