Señor Jesucristo,
queremos ser constantes en la oración y en la acción de gracias,
por ello nos reunimos en tu casa que también es la nuestra.
Tu presencia y cercanía son, para todo hombre, fuente de gozo,
Buena Noticia, porque Tú haces brotar en nuestro corazón semillas de vida
y conviertes nuestro desierto en un vergel.
Al encender estas tres velas, queremos manifestarte nuestro deseo de recibir
de tu luz, porque Tú eres el verdadero astro que ilumina toda tiniebla;
y expresamos nuestra disponibilidad para ser testigos
y portadores de tu luz ante quienes viven en la tiniebla del sinsentido,
la desdicha, la soledad y el olvido.
(Se acerca una persona y enciende el tercer cirio)
Canto: ¡Ven, ven Señor no tardes! (Otro canto apropiado)
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