10 noviembre 2016

Para la catequesis: Domingo 13 de noviembre

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Lecturas: Malaquías 3, 19-20; Salmo 97; 2 Tesalonicenses 3, 7-12; Lucas 21, 5-19
Jesús anuncia que el templo será destruido
Algunos estaban hablando del templo, de la belleza de sus piedras y de las ofrendas que lo adornaban. Jesús dijo: Vienen días en que de todo esto que ustedes están viendo no quedara ni una piedra sobre otra. Todo será destruido. Entonces le preguntaron: Maestro, ¿Cuándo va a ocurrir esto? ¿Cuál será la señal de que estas cosas ya están a punto de suceder? Jesús contesto: “Tengan cuidado para no dejarse engañar. Porque vendrán muchos haciéndose pasar por mí. Dirán: Yo soy, y ahora es el tiempo. Pero ustedes no los sigan.
Y cuando tengan noticias de guerras y revoluciones, no se asusten, pues esto tiene que ocurrir primero; sin embargo, aún no habrá llegado el fin.” siguió diciéndoles: “Una nación peleara contra otra y un país hará guerra contra otro. Habrá grandes terremotos, y hambres y enfermedades en diferentes lugares, y en el cielo se verán cosas espantosas y grandes señales. Pero antes de esto, a ustedes les echarán mano y los perseguirán. Los llevaran a juzgar en las sinagogas, los meterán en la cárcel y los presentaran ante reyes y gobernadores por causa mía. Así tendrán oportunidad de dar testimonio de mí. Háganse el propósito de no preparar de antemano su defensa. Porque yo les daré palabras tan llenas de sabiduría que ninguno de sus enemigos podrá resistirlos ni contradecirlos en nada. Pero ustedes serán traicionados incluso por sus padres, sus hermanos, sus parientes y sus amigos. A algunos de ustedes los mataran, y todo el mundo los odiara por causa mía; pero no se perderá ni un cabello de su cabeza. ¡Manténganse firmes, para poder salvarse! (Lucas 21, 5-19)
Reflexión
Las catástrofes y calamidades siempre van ocurrir. No podemos improvisar nuestra preparación para encontrarnos con Dios. Tenemos que vivir cada día de cara a Dios. A nosotros nos toca ser fieles en este mundo.
Si lo somos, el Rey del universo nos resucitará para que vivamos con Él para siempre. ¿Que saben sobre lo que está ocurriendo en el mundo? ¿Les asusta? ¿Qué dicen sus padres de estas cosas? Explíqueles que Dios no quiere el sufrimiento ni la muerte, sino que vivamos y trabajemos por la justicia.
Debemos estar siempre preparados para vivir con Dios haciendo nuestras obligaciones y atendiendo a los demás como si El llegara. Compartir
Actividad
Pregúntales a los niños como preparan la casa para cuando viene un invitado. Ahora pregúntales como deben preparar sus corazones para Jesús. Escriban en un corazón lo que tienen que hacer para que Jesús se sienta feliz en nuestros corazones. Al terminarlos presentarlos en el altar del grupo, pidiéndole a Jesús que les ayude a cumplir con sus propósitos.
Oración
Señor, nuestro mundo está lleno de problemas que causan angustia y terror Quédate con nosotros para que podamos vivir en tu paz cuidando unos de otros y haciendo nuestras tareas bien y responsablemente. Amen

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