11 noviembre 2016

Comentario al Evangelio de hoy, 11 noviembre

Queridos amigos, paz y bien.
Seguimos en clave apocalíptica. Y hoy nos pueden extrañar las palabras de Jesús. No hay nada malo en que los contemporáneos de Noé comiesen, bebiesen e incluso se casasen, ya que son cosas necesarias para la vida y si no comes, te acabas muriendo. El problema estaba en que la generación de Noé vivía como si Dios no existiese, cuando el juicio estaba a la vuelta de la esquina. También mucha gente hoy vive sin Dios, como si todo terminara aquí, y no hubiese un futuro juicio de Dios.

Lot fue diferente a Noé, aunque se parece un poco. Nadie le había creído y la gente no estaba preparada para evacuar la ciudad. Y hoy tampoco hay mucha gente dispuesta a escuchar el mensaje de los profetas. Que los sigue habiendo.
Tenemos que estar preparados siempre, porque no sabemos ni el día ni la hora del final de nuestra vida. Siempre es buen momento para preguntarnos si estamos viviendo como debemos. Porque mucha gente está muerta espiritualmente, no se cuida en absoluto, como si Dios no existiera. Y, tarde o temprano, el juicio divino nos estará esperando.
Es posible que en otras épocas los predicadores asustaran con las penas del infierno, y que ahora casi no hablemos de ello. Ni tanto ni tan poco. Es bueno darle a las cosas la importancia que tiene, y la vida eterna es de las más importantes, porque es para siempre.
Qué bueno sería que viviéramos permanentemente en presencia de Dios, con el corazón alegre y la mirada limpia. En nuestras manos está hacer caso o no a los profetas, Y vivir como Dios quiere que vivamos.
Vuestro hermano en la fe, Alejandro, C. M. F.

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