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Muy buenas noches (días, tardes), hermanas y hermanos, bienvenidos a esta celebración eucarística. Estamos ya en el duodécimo domingo del tiempo ordinario. Cristo nos invita a admitir que somos los discípulos de un Mesías doliente. Nos invita, a tomar nuestra cruz cada día y seguir detrás de Él. En esta celebración el Señor quiere derramar su gracia para ayudarnos en nuestro diario peregrinar. De pie, por favor, para que demos inicio.
Primera lectura: Zacarías 12, 10-11 (Mirarán al que traspasaron)
El profeta Zacarías anuncia el perdón de Dios y un espíritu de gracias sobre todo los habitantes de Jerusalén. El "traspasado", es figura de Cristo en su Pasión. Esta lectura nos invita a aceptar con resignación la cruz de cada día. Escuchemos.
Muy buenas noches (días, tardes), hermanas y hermanos, bienvenidos a esta celebración eucarística. Estamos ya en el duodécimo domingo del tiempo ordinario. Cristo nos invita a admitir que somos los discípulos de un Mesías doliente. Nos invita, a tomar nuestra cruz cada día y seguir detrás de Él. En esta celebración el Señor quiere derramar su gracia para ayudarnos en nuestro diario peregrinar. De pie, por favor, para que demos inicio.
Primera lectura: Zacarías 12, 10-11 (Mirarán al que traspasaron)
El profeta Zacarías anuncia el perdón de Dios y un espíritu de gracias sobre todo los habitantes de Jerusalén. El "traspasado", es figura de Cristo en su Pasión. Esta lectura nos invita a aceptar con resignación la cruz de cada día. Escuchemos.
Segunda lectura: Gálatas 3, 26.29-21 (Los bautizados se han revestido de Cristo)
En su carta a los Gálatas, San Pablo nos dice que la fe en Cristo nos justifica ante Dios. Por ella y por nuestro bautismo somos constituidos hijos de Dios. No hay distinciones entre nosotros, somos uno en el Espíritu. Pongan atención.
Tercera lectura:Lucas 9, 18-24 (¿Quién dicen que soy yo? Tú eres el Mesías de Dios)
El Evangelio enfrenta a los hombres de todos los siglos con la pregunta de Cristo ¿quién dice la gente que soy yo? Cristo anunció su pasión y muerte, y añadió las condiciones para sus seguidores: abnegación, sufrimiento y disponibilidad absoluta. De pie por favor. Entonemos el aleluya.
Oración Universal:
- Por el papa N. y por todos los obispos de la Iglesia católica, por los sacerdotes y ministros que le asisten en el servicio del pueblo de Dios: para que apacienten santamente el rebaño a ellos confiado. Roguemos al Señor.
- Por los responsables del gobierno de las naciones: para que fomenten siempre la paz y el desarrollo integral para todos, y respeten la justicia y la libertad. Roguemos al Señor.
- Por todos los seres humanos del mundo que padecen hambre o enfermedad, los migrantes, los desterrados, los desempleados, los privados de libertad, y por todos los que sufren: para que sientan el auxilio y el consuelo de Dios. Roguemos al Señor.
- Por todos y cada uno de los presentes, por los miembros de nuestra parroquia que no están ahora con nosotros: para que todos experimentemos la plenitud de la salvación.Roguemos al Señor.
Exhortación Final
(Tomado de B. Caballero: La Palabra Cada Domingo, San Pablo, España, 1993, p. 536)
Señor Jesús, también hoy nos preguntas a nosotros:
¿quién dicen que soy yo? O mejor ¿quién soy para ustedes?
En medio de un mundo que prefiere ídolos y promesas de engaño
Te confesamos Hijo de Dios y único salvador del hombre.
¿A quién otro podemos seguir, Señor, que no nos defraude?
Solamente tú tienes palabras y hechos de vida eterna.
Te creemos resucitado y vivo en el mundo, hoy como ayer,
Y estamos seguros: vives en nosotros por medio de tu Espíritu.
Concédenos conocerte a fondo por la fe, la amistad y la oración;
Y haz que, queriendo a nuestros hermanos, nos entreguemos
A la fascinante tarea de amarte apasionadamente.
Amén.
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