20 mayo 2016

¡Qué encanto tiene la Trinidad!

Fiesta en honor a DIOS. El homenaje a la UNIDAD de tres personas que, siendo diferentes, deja a la intemperie nuestra dispersión, la ruptura del mundo y de las cosas, del ser humano y de las estructuras sociales. ¿El secreto y el encanto de la Santísima Trinidad? ¡Ni dudarlo! ¡El amor!
1.- Con Jesús, en este día, remontamos hacia las alturas y –como el montañero que ha sabido intuir y valorar la importancia de las herramientas de escalada- contemplamos con el Resucitado los tres anillos fundidos en oro de la misma naturaleza y con los mismos quilates : PADRE, HIJO Y ESPIRITU SANTO.
¿Cómo puede Jesús dirigirse a DIOS si Él es DIOS”? Buena pregunta para una sencilla respuesta: Jesús nos enseña a optar por El, pero como camino hacia el Padre. No pretende que nos quedemos exclusivamente en El. Nos empuja nadar aguas arriba, como aquel que quiere encontrar su nacimiento o el origen del todo.
2.- ¿A dónde nos lleva el Misterio de la Santísima Trinidad?

-Nos enseña que DIOS es familia y que, nosotros, formamos parte de ella aunque no lleguemos a comprender ni entender todo el entresijo y la riqueza que encierra.
-Dios es AMOR y, nosotros, participamos de esa fusión única y maravillosa que existe entre las tres personas.
-Dios es COMUNIÓN y, nosotros, la contemplamos y la comemos, la vivimos y la palpamos, la añoramos y la necesitamos ante la fragmentación existente en nuestro entorno, en las galaxias de nuestros afectos, en nuestras luchas, proyectos y fatigas.
-Dios es ÚNICO y, nosotros, le damos gloria y alabanza porque nuestra FE nos dice que en Él está puesta nuestra esperanza, nuestro ser iglesia, nuestra vida cristiana que ha de ser siempre trinitaria.
  1. ¿Qué reina y qué tiene la Santísima Trinidad?
-En la Trinidad brota el amor y el amor siempre produce abundancia de frutos. En nosotros, cuando acampa el egoísmo, nuestra vida sólo produce esterilidad.
-En la Trinidad nace y se REVELA el amor que se hace servicio. En nuestro entorno (medios de comunicación, en la pareja, en la sociedad…) se confunde amor con placer. Y con el poder (no con el servicio) se compra muchas veces el simple placer olvidando y descafeinando el amor.
-En la Trinidad, Jesús, nos presenta el rostro, el número, la identidad, la grandeza, el apellido de su familia invitándonos a dar razón y testimonio de ella: ¡ID POR EL MUNDO!.
Como cristianos, que participamos de esa comunión de las tres personas, estamos llamados a dar a conocer la buena fama y la solera de esta gran familia que es la Santísima Trinidad. Quien se acerca hasta ella, siempre tiene ganas de volver de nuevo.
Tengamos, además, un recuerdo especial y agradecido por todas las comunidades contemplativas que, más allá de los muros y de las rejas, rezan por nosotros en un acto de comunión delicada y marcada por un amor profundo a Dios.
ESTÁS AQUÍ, SEÑOR (Javier Leoz)No te vemos pero, en Belén,te hiciste hombre, te dejaste tocar,adorar, amar y ofrendar.No te escuchamos, pero en el Espíritutu voz habla con fuerza.Fuiste, Cristo, la última palabraque pronunciaste, la que se mantiene vivaperenne con el transcursode los años y de los siglos.No te alcanzamos con la manopero en la Eucaristía vives y nos fortalecesnos haces sentir tu cercanía y tu compromisotu poder y tu auxilio, tu Gracia y tu bondad.
ESTÁS AQUÍ, SEÑORQue no te dejemos más allá del sol y de la lunapues bien sabemos, oh Dios,Que eres sol de justiciacuando te buscamos en las luchas de cada díao te defendemos en los más necesitadosCuando te anhelamosen un mundo que necesita ser mejoro te descubrimos en la común unión con los otros.
ESTÁS AQUÍ, SEÑORTu secreto, un secreto a voces,es el amor del Padre, con el Hijo y en el Espíritu.Una familia que, estando sentada en el cielo,camina con los pies de Cristo en la tierra.Una conversación que, dándose en el cielo,se escucha con nitidez a través del Espíritu SantoUna mesa que, asentándose en el cielo,se prolonga en la casa de todos aquellosque cantan, creen, viven y se asombranante el Misterio Trinitario.
ESTÁS AQUÍ, SEÑOREn el amor que se comparteEn la libertad que nos hace libresEn los lazos que unenEn el despliegue de ternura y de comprensiónEn la personalidad de cada unoEn el afán de buscar puentes y no divisionesESTÁS AQUÍ, SEÑOR

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