ESCÚCHANOS PADRE
Oremos a Dios Padre abiertos a la novedad de un Dios que se ha quedado con nosotros en la Eucaristía. Y con esta actitud alegre y confiada abrimos el corazón para presentarle nuestras súplicas. Y respondemos:
R.- ESCÚCHANOS PADRE
1. - Tu entrega da la vida al mundo. Por los que hacen de su vida una entrega a los demás: el Papa, los obispos; los sacerdotes, los religiosos ... para que al dar a sus hermanos el Pan de vida encuentren ellos, en ese mismo Pan, su alimento y su fortaleza.
OREMOS.
2. - Nos presentas una mesa vacía para que nosotros la llenemos de pan. Por todos los cristianos, para que seamos capaces de partir y repartir nuestro pan con el necesitado, para que llegue a todos el pan de la Palabra y el Amor.
OREMOS.
3. - Nos dices todos los días: construid la paz. Para que no escatimemos esfuerzos en poner paz en la familia, en el trabajo, en nuestro entorno, en nosotros mismos y, sobre todo, para que no nos escondamos a la hora de pedir la paz para los países que más la necesitan.
OREMOS.
4. - Abres tus manos y nos sacias de tus dones. Te pedimos de una manera especial por los pobres, a los que con tanta frecuencia tratamos de esquivar; los que viven en condiciones infrahumanas, los que no saben como solucionar sus problemas en la vida; para que encuentren personas que de verdad practiquen el mandamiento de Amor.
OREMOS.
5. - Tú, el Padre que ama como nunca el hombre podrá comprender. Por los padres de familia que tan difícil tienen la tarea de educar a sus hijos, en este tiempo en el que les ha tocado vivir, para que sean valientes, responsables y generosos en tan delicada labor, poniendo en ella todo el amor que sean capaces.
OREMOS.
6. - Tu bondad llega cada día a todos los hombres. Que en el mundo crezca el amor, la solidaridad..., para que todos sintamos la necesidad que tenemos unos de otros para vivir y tratemos de hacernos la vida cada vez más feliz.
OREMOS.
7. - Todo lo que encontramos en nuestro camino es noticia de tu amor. Por nosotros: Para que vivamos llenos de fe esta Eucaristía y nos sintamos inmensamente agradecidos al Señor que cada día nos abre la mesa para darnos fuerza en el camino, sin escatimar esfuerzos a la hora de realizar el compromiso que esto conlleva.
OREMOS.
Señor, Dios Padre nuestro, que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo entregados a la Iglesia sirvan para renovar a la humanidad que camina hacia ti con ansias de salvación.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén
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