Música (Miércoles de Ceniza)

«Dejaos reconciliar con Dios»

«Señor, fortalécenos con tu auxilio
al empezar la Cuaresma, para que
nos mantengamos en espíritu de
conversión; que la austeridad
penitencial de estos días nos ayude
en el combate cristiano contra las
fuerzas del mal» (O. Colecta)

Ambientación musical: Conviene ambientar el templo con algunas de las piezas gregorianas más populares y especí cas del tiempo de Cuaresma como “Attende, Domine” o “Parce, Domine”, fáciles de encontrar en los orilegios de canto gregoriano.

Con el rito de la imposición de la ceniza comenzamos el camino cuaresmal hacia la Pascua. La Cuaresma es a la Pascua algo parecido como el Adviento es a la Navidad. Cuaresma es un tiempo de austeridad; ésta se ha de manifestar tanto en el ornato del templo como en el canto. No cantaremos ni el Gloria ni el Aleluya. Los instrumentos musicales acompañarán “prácticamente” y no “festivamente”. En Cuaresma hay que cantar, pero no carguemos de cantos las celebraciones. Demos una oportunidad al silencio musical y a la austeridad en el canto.

Canto de entrada: “Ten piedad, Dios mío, dame tu perdón” MD 343; CLN 111; o bien el salmo 129: “Desde lo hondo” MD 225; CLN 529;

Salmo responsorial: “Misericordia, Señor, hemos pecado”

Imposición de la ceniza: reviviendo las palabras del profeta Joel cantamos el popular “Perdona a tu pueblo, Señor” MD 339-1, con nuevo texto para las estrofas, en la casete pueblo, Señor” MD 339-1, con nuevo texto para las estrofas, en la casete Hacia la Pascua (SP); o bien,

Hacia la Pascua (SP); o bien, “Llorando los pecados” MD 339-2; CLN 110. “Llorando los pecados” MD 339-2; CLN 110.

Canto de comunión: La conversión del corazón que nos pide el Señor nos hará gustar y contemplar la bondad de Dios para con nosotros. Cantamos “Gustad y ved: qué bueno es el Señor” CLN 518; o bien “Hombres nuevos” = Danos un corazón. MD 59; CLN 718.

Antonio Alcalde Fernández