04 enero 2016

Epifanía del Señor: Moniciones



MONICIÓN DE ENTRADA

Recibid un abrazo muy grande a modo de bienvenida en este día de los Reyes Magos. Hemos recorrido, juntos, ya muchas celebraciones navideñas que nos han llenado, sin duda, el corazón de amor y esperanza. Hoy –y hablemos con propiedad litúrgica—es conmemoramos la Epifanía del Señor: la presentación y ofrecimiento del Niño Dios a todos los pueblos de la Tierra. Los Magos de Oriente representan a todos esos pueblos que, lejos de la nación judía, iban a recibir la Redención de Dios por medio de Jesucristo. Y los tres Reyes Magos también nos traen una fiesta popular y entrañable para mejor sentir nuestra infancia. Y ojalá seamos capaces de entender esta manifestación de Dios con ojos de niño, con mirada infantil. Iniciemos, pues, nuestra celebración con entusiasmo y alegría.




MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS

1.- El signo que muestran las lecturas de hoy es el de la luz. El profeta Isaías no deja de gritar, anunciando un amanecer luminoso, a ese pueblo que, como nosotros, siente la oscuridad de la condición humana; y les hace ver que la claridad se extiende a todo el universo.

S.- El salmo 71 fue compuesto en su origen para festejar a un gran rey de Israel, pero con el tiempo se le fue dando un sentido de profecía mesiánica que es como lo interpretamos nosotros hoy en este día de la Epifanía del Señor.

2.- Todos los hombres serán adoradores de un mismo Dios, nos dice la segunda lectura. San Pablo en su Carta a los Efesios habla de la revelación del Espíritu Y es ya hora de que, unidos, nos sentemos a la misma mesa y compartamos el mismo pan. Pues, sólo así, la comunidad cristiana iniciará una vida nueva a través de los sacramentos; siendo en todo momento testimonio de la Epifanía de Cristo.

3.- La manifestación de Dios a los hombres sabios y lejanos es lo que nos cuenta Mateo en el Evangelio. Y el asombro de quienes no quisieron ver al Señor en Belén se hace manifiesto cuando los Magos preguntan por Él. Ojalá, nosotros veamos también la estrella, nuestra estrella, la que nos conduce directamente a cumplir nuestra misión como cristianos.

Lectura de Postcomunión

MONICIÓN DE ENTRADA

Javier Leoz, sacerdote, nos ofrece como siempre esta plegaria final para los últimos momentos de nuestra Eucaristía

¿CÓMO ES DIOS?

Decidnos, Reyes Magos, ¿cómo  es Dios?

Dios, es imposible de  descifrarlo:

Lo vimos, y le adoramos

No nos habló, pero nosotros  lo hicimos con agasajos.

Le presentamos la riqueza  que el mundo tiene

y de la que tanto le cuesta  desprenderse

Le ofrecimos el incienso con  el cual el hombre

hoy, en vuestro tiempo,

perfuma y ensalza todo lo  material

olvidando al Único que es  digno de tal honor      

Exhortación de despedida

Dios Niño se hizo presente a pastores y Reyes y nosotros también y le adoramos aquí en su entrañable imagen del pesebre.

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