Epifanía del Señor: Misa con jóvenes

Solemnidad de la Epifanía del Señor – (6 de enero de 2016)

1- Entrada:

En un mundo necesitado de luz, brilla una estrella, ¡brilla Jesús! El viene para todos los pueblos de la tierra y esto es lo que hoy celebramos, su epifanía, su manifestación. Recemos para que todos le rindan el homenaje de aceptarlo en su corazón. Comencemos la Misa cantando.

2- Liturgia de la Palabra:

Aunque haya muchas religiones en la tierra, todos los pueblos están llamados a recibir la salvación de Dios, a participar de la misma herencia en Cristo Jesús. ¡Escuchemos con atención la Palabra!

3- Oración de los fieles:

Queremos estar atentos a tus signos y necesitamos que nos guíes en el camino, por eso juntos te decimos: que brille tu luz, Señor.

-      Por la Iglesia, para que, tanto en Occidente como en Oriente, pueda anunciar con libertad la Buena Noticia del Salvador.

-      Por todos los pueblos del mundo, para que busquen siempre al Dios verdadero y lo alaben viviendo en paz.

-      Por todos los niños, especialmente los que menos tienen, para que en este día de Reyes puedan recibir un regalo que los alegre y siempre tengan el amor de los suyos.

-      Por todos los jóvenes, especialmente los que andan desorientados, para que encuentren los signos de Dios que les muestren el camino correcto en la vida.

-      Por los que buscan a Dios, para que encuentren en nuestro testimonio cristiano, la estrella que los guíe a la verdad.

4- Ofrendas:

Llevemos al altar el pan y el vino para la Misa y, como los Magos de Oriente, ofrezcámosle a Jesús nuestros propios dones. Lo hacemos cantando.

5- Comunión:

“Al entrar a la casa, encontraron al Niño con María”. Vayamos nosotros al encuentro de Jesús en la Comunión y que la Virgen nos enseñe a cuidarlo en nuestro corazón. ¡Cantemos con alegría!

 

 

6- Despedida:

Los Magos de Oriente percibieron muy bien los signos de Dios. También a nosotros el Señor nos regala signos para que lo encontremos y sepamos por dónde caminar. Volvamos a nuestras actividades atentos a lo que Dios nos quiera decir o mostrar. Nos despedimos cantando.