Ciclo C
Domingo 3° durante el año – (24
de enero de 2016)
1-
Entrada:
Como Pueblo de Dios
y Cuerpo de Cristo, nos reunimos en esta asamblea Eucarística para escuchar la
Palabra y compartir el Pan en la Comunión. Nos ponemos de pie y cantamos
“porque este es un día consagrado al Señor”.
2-
Liturgia de la Palabra:
Como asamblea creyente
escuchemos con atención la Palabra. Tengamos todo nuestro ser fijo en el Señor.
3-
Oración de los fieles:
Queridos jóvenes,
hemos escuchado la Palabra que nos instruye, elevemos ahora nuestras
intenciones, diciendo todos juntos: que vivamos, Señor, tu Palabra.
- Por la
Iglesia, para que todos los miembros nos sintamos parte importante de este
Cuerpo y cumplamos con gozo la misión que tenemos.
- Por el
mundo entero, para que los cristianos sepamos aportar un ejemplo de unidad,
trabajando por la paz, la justicia y la solidaridad.
- Por
nuestro país, para que, buscando todos el bien común, superemos las divisiones
que nos desgastan.
- Por
nuestra comunidad parroquial y todas las comunidades cristianas, para que
vivamos en la unidad y potenciemos el rol de cada miembro.
- Por
los jóvenes, para que con su fuerza sean parte activa del Cuerpo de Cristo y
descubran con alegría aquello que el Señor les pide en sus vidas.
4-
Ofrendas:
El ofertorio es
también un acto comunitario, donde cada uno según sus posibilidades, comparte
lo que tiene para sostener la comunidad y ayudar a la acción caritativa. Y el
máximo don que compartimos es el pan y el vino que serán nuestra Eucaristía.
Acompañemos cantando.
5- Comunión:
“Todos tenían los
ojos fijos en Jesús”. Vayamos a comulgar conscientes de quién es el que vamos a
recibir. ¡Mirémoslo, hablémosle, dejemos que entre en nosotros y hoy también se
cumpla su Palabra! Cantemos de corazón.
6-
Despedida:
Con la alegría de
habernos alimentado con la Palabra y la Eucaristía, vayamos a casa y
contagiemos a los que nos rodean de la alegría de nuestra fe. Despidámonos
cantando.
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