Tu palabra, Señor, a veces nos crea miedo y desconcierto, pero con amos en tí, como Padre, y en tu Palabra descansamos:
• Por toda la iglesia, para que siempre nos anime a vivir con ados en la Palabra del Señor y en su promesa hasta el final de los tiempos.
• Por nuestro mundo, sumergido en crisis de todo tipo, para que no nos dejemos tentar por falsos dioses y promesas creyendo que no es posible la esperanza.
• Por todas las personas que tienen responsabilidad de gobierno en el mundo, para que atiendan a las necesidades de las personas de modo que todas podamos vivir con la dignidad de hijos de Dios.
• Para que sepamos interpretar los signos de Dios en el mundo, que siempre anuncian primavera después de pasar el invierno y mantengamos la confianza.
• Para que el mensaje de este día del Señor llene nuestro corazón de fe y amor, apoyados en su promesa.
Acoge, Señor, nuestras peticiones. Las dejamos en tu corazón porque Tu sabes darnos aquello que más nos conviene. Por Jesucristo Nuestro Señor.
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