08 octubre 2015

Domingo 11 octubre: Para la catequesis con niños: Domingo XXV de Tiempo Ordinario

XXVIII Domingo del Tiempo Ordinario 11 de Octubre 2015
Lecturas: Sabiduría 7, 7-11; Salmo 89; Hebreos 4, 12-13; Marcos 10, 17-30
Un hombre rico habla con Jesús
Cuando Jesús iba a seguir su viaje, llego un hombre corriendo, se puso de rodillas delante de él y le pregunto: Maestro bueno, ¿Qué debo hacer para alcanzar la vida eterna? Jesús le contesto: ¿Por qué me llamas bueno? Bueno solamente hay uno: Dios. Ya sabes los Mandamientos: ‘No mates, no cometas adulterio, no robes, no digas mentiras en perjuicio de nadie ni engañes; honra a tu padre y a tu madre.’ Él hombre le dijo: Maestro, todo eso lo he cumplido desde joven. Jesús lo miro con cariño, y le contesto: Una cosa te falta: anda vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres. Así tendrás riquezas en el cielo. Luego ven y sígueme. El hombre se afligió al oír esto; y se fue triste, porque era muy rico. Jesús miro entonces alrededor, y dijo a sus discípulos: ¡Que difícil va a ser para los ricos entrar en el reino de Dios! Estas palabras dejaron asombrados a los discípulos, pero Jesús les volvió a decir: Hijos, ¡qué difícil es entrar en el reino de Dios! Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja, que para un rico entrar en el reino de Dios! Estas palabras dejaron asombrados a los discípulos, pero Jesús les volvió a decir: Hijos, ¡qué difícil es entrar en el reino de Dios! Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja, que para un rico entrar en el reino de Dios. Al oírlo, se asombraron más aun, y se preguntaban unos a otros: ¿Y quién podrá salvarse? Jesús los miro y les contesto: Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para él no hay nada imposible, pero no para Dios, porque para él no hay nada imposible. Pedro comenzó a decirle: Nosotros hemos dejado todo lo que teníamos, y te hemos seguido. Jesús respondió: Les aseguro que cualquiera que por mi causa y por causa del mensaje de salvación haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o madre, o padre, o hijos, o terrenos, recibirá ahora en este mundo cien veces más en casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y terrenos, aunque con persecuciones; y en el mundo venidero recibirá la vida eterna. Marcos 10, 17-30

Reflexión
El joven es bueno y honrado, pero Jesús lo llama a una mayor generosidad. ¿Te parece que Jesús está pidiendo demasiado? Imagínate que eres el muchacho, ¿Qué te dice a ti Jesús? ¿Qué se te hace difícil compartir? Cuéntale a Jesús lo que se te hace difícil compartir. Pídele que te enseñe generosidad. Dile lo que harás esta semana.
Actividades
Represente la escena del joven rico. El que actúa como el joven enumera varias cosas que no quiere dejar. Otros le hacen ver que Jesús nos da toda la felicidad. Expresan que la verdadera felicidad solo se consigue estando con Jesús.
Oración
Señor, enséñanos a compartir lo que tenemos
y lo que somos.
Sabemos que, al dar, recibimos
tu amor y nos acercamos más a ti.
Que el egoísmo no nos encadene,
porque la generosidad es quien nos libera
y nos abre a tus riquezas. Amen

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