Solemnidad de la Santísima Trinidad
– (31
de mayo de 2015)
1-
Entrada:
Queridos jóvenes,
los cristianos somos bautizados en el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo; en el nombre de la Santísima Trinidad. Esta es la
fiesta que hoy celebramos: Dios amor, Dios familia. Y nosotros somos sus hijos.
Comencemos cantando con alegría.
2-
Liturgia de la Palabra:
Las lecturas de hoy ponen
el acento en la manifestación de Dios a su pueblo. Esa manifestación llega a su
culmen en el Nuevo Testamento donde se nos revela a Dios como Padre, Hijo y
Espíritu Santo, es decir, la Santísima Trinidad. Escuchemos con atención.
3-
Oración de los fieles:
Por Jesús, elevemos
nuestras intenciones al Padre, movidos por el Espíritu, diciendo: Santísima
Trinidad, escuchanos.
- Por la
Iglesia, para que a semejanza de la Trinidad, sea siempre comunidad de amor,
abierta y en salida a todos los hombres y mujeres que quieran recibir los dones
de Dios.
- Por
nuestro país, para que podamos superar las divisiones y enemistades, y
trabajemos, con justicia y verdad, por la reconciliación hacia un clima más
fraterno.
- Por
las familias, para que los sínodos que la Iglesia celebra en este tiempo,
iluminen sus vivencias cotidianas poniendo la mirada en la Trinidad amorosa y
misericordiosa.
- Por
todos los que sufren, especialmente los jóvenes que están desorientados, para
que encuentren en nuestro Dios Uno y Trino los brazos de amor que los
sostengan, consuelen y orienten.
4-
Ofrendas:
Como hijos de Dios
Amor, llevemos al altar nuestras ofrendas, mientras acompañamos cantando.
5- Comunión:
Recibir la Comunión
es adentrarnos en el misterio del amor trinitario. Vayamos con alegría,
experimentemos ese amor y tratemos de vivir en él cotidianamente. Cantemos
juntos.
6-
Despedida:
Inmersos en el amor
de la Trinidad, volvamos a casa y anunciemos ese amor con nuestras vidas. Nos
retiramos cantando.
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