19 mayo 2015

Pentecostés: Misa con jóvenes



Solemnidad de Pentecostés – (24 de mayo de 2015)


1- Entrada:

¡Queridos jóvenes, llegó el día de Pentecostés y estamos todos reunidos para celebrar con alegría la Eucaristía! Pidámosle al Señor que derrame su Espíritu sobre nosotros, sobre la Iglesia y sobre todo el mundo. Necesitamos un cambio profundo que renueve nuestra vida. ¡Comencemos cantando y abramos nuestro corazón!

2- Liturgia de la Palabra:

El Espíritu Santo es infundido en los discípulos; en cada uno, se manifiesta para el bien común. Las maravillas del Señor son proclamadas para que las entiendan todos los hombres del mundo. Prestemos atención a la Palabra de hoy.


3- Oración de los fieles:

Ya que formamos un solo cuerpo en Cristo, elevemos juntos nuestras intenciones comunitarias, diciendo: que tu Espíritu renueve nuestros corazones.

-      Por todos los miembros de la Iglesia en las diversas vocaciones, para que recibamos una nueva efusión del Espíritu que nos permita ser una Iglesia siempre en salida, que lleve el Evangelio hasta las periferias del mundo.
-      Por la unidad de los cristianos, para que el Espíritu Santo nos ayude a los cristianos de distintas denominaciones a encontrar los caminos para dar testimonio de unidad.
-      Por nuestro país, en vísperas de nuestra fiesta patria, para que los candidatos a los diversos cargos de gobierno, pongan sus capacidades verdaderamente al servicio del bien común.
-      Por los cristianos perseguidos en varios países del mundo, para que tomemos conciencia de la gravedad de estos hechos y para que se terminen la crueldad y el odio de aquellos que matan por el solo hecho de pensar o creer distinto.
-      Por los jóvenes, para que sean la fuerza de una Iglesia renovada, abierta y pobre para los pobres.

4- Ofrendas:

Llevemos al altar el pan y el vino que el Espíritu Santo transformará en Cuerpo y Sangre de Jesús. Llevemos, también, nuestra ofrenda generosa y toda nuestra vida necesitada del Espíritu. Hagámoslo cantando.

5- Comunión:

Queridos jóvenes, vayamos ahora al encuentro de Jesús en la Comunión. Tengamos unos momentos de intimidad con Él en nuestro corazón y pidámosle que su Espíritu nos impulse como a los primeros discípulos. Acompañemos este momento cantando.

6- Despedida:

La irrupción del Espíritu en la primera comunidad, llenó de fuerza y entusiasmo a los discípulos. Que este nuevo Pentecostés nos dé a nosotros esa misma gracia. ¡Hagamos lío! Y vayamos a nuestros ambientes a contagiar la alegría de nuestra fe. Nos vamos cantándole a María.
 


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