La Ascensión: Misa con jóvenes

Solemnidad de la Ascensión del Señor – (17 de mayo de 2015)

1- Entrada:

Celebramos hoy, queridos jóvenes, la Ascensión del Señor. El tiempo pascual va llegando a su culminación, que tendrá lugar el próximo domingo con la fiesta del Espíritu Santo. Comencemos esta Misa poniendo nuestra mente y nuestro corazón en aquel maravilloso inicio de nuestra fe. Cantemos juntos.

2- Liturgia de la Palabra:

Hoy Jesús sube al Cielo pero también nos promete su presencia junto a nosotros hasta el final de los tiempos. Escuchemos la Palabra que nos envía a anunciar su mensaje hasta las periferias del mundo.

3- Oración de los fieles:

Con la alegría de saber que Jesús acompaña nuestra vida de todos los días, pidámosle nuestras intenciones confiadamente y digamos: Señor, hacenos discípulos misioneros.

-      Por todos los cristianos, para que cada uno, según la vocación recibida, seamos testigos del Evangelio en cada ambiente en que vivimos.

-      Por los medios de comunicación social en su jornada mundial, para que sean siempre transmisores de verdad y de valores que colaboren a una sociedad mejor.

-      Por las familias, para que iluminadas por la fe, sean las iglesias domésticas donde cada uno pueda crecer en el amor y encuentre ayuda ante las dificultades de la vida.

-      Por los jóvenes creyentes, para que puedan anunciar el Evangelio a otros jóvenes y los ayuden a optar por el bien y alejarse de los males que a veces el mundo les propone.

4- Ofrendas:

Para que Jesús se haga presente en medio nuestro en la Eucaristía, llevemos al altar el pan y el vino que serán consagrados. Hagamos también la colecta mientras cantamos.

5- Comunión:

Jesús ascendió a los cielos junto al Padre, pero también sigue vivo en medio nuestro. Vayamos a recibirlo en la Comunión para un día poder subir con Él. Cantemos con alegría.

 

6- Despedida:

Queridos cristianos, no nos quedemos mirando al cielo, vayamos a anunciar que Jesús vive en medio nuestro y quiere que su mensaje de amor y salvación llegue hasta el último rincón de la tierra. Nos despedimos cantando, a la espera de un nuevo Pentecostés!