02 diciembre 2014

Misa con jóvenes. II Domingo de Adviento, 7 diciembre




Domingo 2° de Adviento


1- Entrada:

Queridos hermanos, en este segundo domingo de Adviento, la liturgia nos llena de expectativa, el Señor no tarda en cumplir sus promesas, ¡se acerca la Salvación! ¡Hay que preparar los caminos, hay que preparar el corazón! Comencemos nuestra Eucaristía cantando, motivados por esta pronta venida.

(En muchos lugares se utiliza  una corona con velas para ir marcando el ritmo de este tiempo de preparación. Cada domingo proponemos una oración para encender la vela correspondiente, que puede hacerse luego del saludo inicial).

Los profetas mantenían encendida
la esperanza de Israel.
Nosotros, como un símbolo,
encendemos estas dos velas.
El viejo tronco está rebrotando,
florece el desierto.
La humanidad entera se estremece
porque Dios se ha sembrado en nuestra carne.
Que cada uno de nosotros, Señor,
te abra su vida para que brotes,
para que florezcas, para que nazcas
y mantengas en nuestro corazón encendida la esperanza.
¡Ven pronto, Señor. Ven, Salvador!


2- Liturgia de la Palabra:

La Palabra de hoy, que nos llama a la conversión, nos quiere colmar el corazón con el anuncio del consuelo y la paz que nos están por llegar con el nacimiento de Jesús. Escuchemos con atención.


3- Oración de los fieles:

Sabiendo que el Señor no tarda en cumplir lo que ha prometido, recémosle juntos, diciendo: ¡ven, Señor Jesús!

-      Por el Papa, los Obispos y los Sacerdotes, para que sepan hablar al corazón de los hombres y mujeres de nuestro tiempo, anunciándoles la salvación de Dios.
-      Por nuestra Diócesis y nuestra comunidad parroquial, para que encontremos siempre los mejores caminos para que el Señor venga a nuestras vidas y a nuestras realidades.
-      Por las naciones del mundo, para que encuentren soluciones a los grandes problemas de las guerras, el hambre y las enfermedades.
-      Por nuestros jóvenes, para que, dando gracias por el camino encontrado, puedan ayudar a otros para que no se pierdan en senderos que llevan a la muerte.
-      Por todos los que sufren, para que el anuncio de la venida del Señor, les traiga consuelo, fortaleza y alivio.

4- Ofrendas:

Nuestra tierra producirá sus frutos y el Señor nos dará sus bienes. Llevemos al altar el pan, el vino y el fruto de nuestro esfuerzo cotidiano, Dios los transformará y serán Eucaristía. Cantemos juntos.

5- Comunión:

“Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos”. Preparemos nuestro corazón al Señor y vayamos a recibirlo en la Comunión cantando con alegría.

6- Despedida:

Seamos como Isaías y como Juan el bautista, vayamos a nuestros ambientes a anunciarles a todos que se acerca la Navidad. Recordemos que mañana, 8 de diciembre, celebraremos a María en su Inmaculada Concepción. Nos despedimos cantando.



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