La fiesta de la dedicación de la basílica de San Juan Letrán nos recuerda que somos nosotros el auténtico templo de Dios, edificado por Cristo y su Espíritu. Puesta en Cristo nuestra mirada, expresamos hoy nuestros deseos:
• Por el papa Francisco, obispo de Roma, para que Dios bendiga esta diócesis y, en ella, bendiga también al papa y a todos los obispos y diócesis del mundo.
• Para que la Iglesia, que preside hoy el papa Francisco, sepamos vivir en comunión desde el pluralismo y que se profundice y se haga realidad el sentido colegial y la colegialidad de los obispos.
• Por todos los templos del mundo: iglesias, mezquitas, sinagogas, pagodas, etc. Que sean lugares donde los fieles todos encuentren la paz, escuchen al Espíritu y construyan una fraternidad y una paz universal.
• Que nosotros los cristianos, superemos la tendencia al individualismo espiritual y al intimismo religioso en aras de una espiritualidad en la prevalezca el sentido de Pueblo de Dios.
• Que todos nosotros, miembros de la Iglesia, atendamos las voces del papa Francisco para una reforma profunda de las estructuras caducas que hay en la Iglesia y seamos una Iglesia pobre, servidora, sencilla y verdaderamente “de los pobres”.
Escucha, Padre, nuestra oración para que, desde el templo de Cristo resucitado, desciendan hasta todos los ríos del agua de la vida.
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