19 agosto 2014

Moniciones XXI Domingo del T.O. 24 agosto

MONICIÓN DE ENTRADA

Os damos nuestra más fraternal bienvenida al inicio de esta nuestra Eucaristía, correspondiente al Domingo 21 del Tiempo Ordinario. Hoy la liturgia nos transmite, fuerte, alto y claro la pregunta de qué es Jesús para nosotros, quien es Él, realmente, para nuestras vidas. Y la pregunta que Jesús de Nazaret hace a sus discípulos, nos la repite, año tras, año, día tras día, a todos. Y nosotros, aquí y ahora, hemos que dar una respuesta concreta y sincera. Y así, todos juntos y con amor de hermanos vamos a recordar el sacrificio de Amor que Cristo ofreció a su Padre y a nosotros nos trajo la alegría de la salvación. La Iglesia es comunidad, no individualidades, por eso todos juntos, iniciamos cantando, con toda nuestro agradecimiento a Dios, esta Eucaristía.




MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS

1.- La primera lectura, sacada del capítulo 22 del Libro de Isaías, nos presenta la semejanza de los hombres de todos los tiempos. El profeta nos muestra que ya en aquel tiempo había abusos de poder, negocios no muy claros y nos enseña cómo Dios pone fin a esta situación. También nosotros como creyentes tenemos que estar dispuestos a poner fin a muchas situaciones, no viviendo de forma superficial y haciéndolo desde el evangelio aunque ello a veces nos complique la vida. Puede ser que eso no cambie las cosas, pero al menos no nos sentiremos cómplices de la injusticia.

S.- El salmo 137 que proclamamos hoy recuerda el agradecimiento de David a Dios por los dones recibidos a lo largo de su vida. Se utilizaba, tambien, entre los judíos contemporáneos de Jesús como himno de agradecimiento a Dios por los bienes recibidos y, tambien, de petición de amparo al Señor ante los momentos de peligro. También, en ese sentido nos puede servir a nosotros. Dios espera nuestro agradecimiento.

2.- San Pablo, en el breve fragmento de la Carta a los Romanos que conforma nuestra segunda lectura de hoy, nos hace ver lo poco que somos, la pequeñez de nuestro corazón respecto a la ciencia y la sabiduría inagotables de Dios. ¡Cuántas cosas creemos hacer por Dios! Sacrificios, renuncias, obras buenas y no nos damos cuenta que no tenemos que hacernos ilusiones, los dones de Dios siempre llegan antes que nuestros actos.

3.- En el evangelio, del capítulo 16 de San Mateo, Jesús hace un sondeo de opinión y como siempre distinto al nuestro. Le interesa el sondeo de nuestra fe, pero personalmente. ¿Quién soy yo?, te dice. ¿Quién soy para ti? ¿Qué represento a tus ojos? ¿Cuánto cuento en tu vida? En consecuencia, ¿Quién eres tú? Jesús espera algo más que una simple declaración convencional. Los demás también esperan de nosotros una respuesta que no sea teórica, se trata de proclamar con la vida quién es Cristo para nosotros.

Lectura de Postcomunión

MONICIÓN

Escuchemos con atención la plegaria que Javier Leoz, sacerdote, nos ofrece hoy.



TE CONFIESO, SEÑOR,

Te confieso, Señor,

que, a pesar de todo,

sigo pensando, creyendo y confesando

que eres el Hijo de Dios.

Haz, Señor, que allá por donde yo camine

lleve conmigo la pancarta de “soy tu amigo”

Haz, Señor, que allá donde yo hable

se escuche una gran melodía: “Jesús es el Señor”

Haz, Señor, que allá donde yo trabaje

con mis manos o con mi mente

construya un lugar más habitable

en el que Tú puedas formar parte.

Amén

Exhortación de Despedida

Salgamos felices del templo. Unidos en fraternal unión hemos celebrado ese gran milagro de amor que es la presencia de un Dios hecho hombre en el altar de nuestra celebración.

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