MONICIÓN DE ENTRADA
Os recibimos con gran gozo y enorme alegría, en este inicio de la Eucaristía: hoy celebramos una gran fiesta que se conmemora con gran entusiasmo en todo el orbe cristiano. Es la Asunción de la Virgen María a los Cielos. Los ortodoxos llaman a esta fiesta de una manera muy poética: la Dormición de María. Pero además estamos contentos porque sabemos que la Madre de Jesús y Madre nuestra está en los cielos en cuerpo y alma por decisión de su Hijo, Jesús, Nuestro Señor. El Amor y la Fe nos muestran esa bella realidad. Iniciemos, pues, con gran emoción y gratitud la gran fiesta de nuestra Madre, de la Virgen María.
MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS
1.- La profunda belleza del libro del Apocalipsis nos va a presentar, en la primera lectura, la lucha entre la mujer, coronada de estrellas, y el dragón. La escena está plena de simbolismos respecto al papel corredentor de la Virgen María.
S.- El salmo 44 da un punto de unión notable: la tradición del antiguo testamento con la novedad del Evangelio: la enjoyada con oro de Ofir es la reina del pueblo judío. Así la tradición veterotestamentaria se ve reflejada en María, hija de Israel.
2.- En la segunda lectura, Pablo de Tarso nos dice por medio de su carta primera a los Corintios de la victoria final de Jesús con la derrota del último enemigo del Reino: la muerte.
3.- El Evangelio de Lucas nos muestra la Visitación de la Virgen a su prima Isabel y nos permite escuchar la oración de María: el Magnificat. Todo el texto es bellísimo y lleno de mensajes. Maria acude presurosa a visitar a su prima Isabel y ahí aparece la acción del Espíritu Santo que inunda la escena. Escuchemos con gozo.
Lectura de Postcomunión
MONICIÒN
Bella y vibrante plegaria del padre Leoz para el final de nuestra eucaristía en este día grande en el que hemos agasajado a María de Nazaret
PREPARA, MARIA
Con tu Asunción, el día en el que, pueda presentarme ante Dios
Sin más tesoro que la fe
Sin más inversiones que la caridad
Sin más pretensiones, que la esperanza
Tu Asunción, María, es un destello de luz
Que nos enseña el futuro que nos espera.
Gracias, María.
Exhortación de Despedida
Millones de personas en todo el mundo celebran esta gran fiesta de alegría, paz y amor. Y nosotros con ellos. Sigamos, ya en nuestras casas, con el agasajo a la Señora de Nazaret como ella se merece. Que se vea nuestra alegría cuando, ahora mismo, salgamos del templo.
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