Domingo 16°durante
el año
Introducción
Queridos hermanos, el tema de hoy gira en
torno al evangelio del sembrador que salió a sembrar la palabra de Dios,
semilla de vigoroso poder germinativo, que no siempre cae en terrenos
propicios, y muchas veces debe crecer y dar frutos aún entre cizañas y plagas
diversas.
Comencemos este encuentro fraterno cantando
en torno a Jesús...
Bienvenida y saludo inicial
Todos los días Jesús sale a sembrar su
evangelio en el alma de todo hombre de buena voluntad, anhelando ver
crecer y granar el mejor trigo para los graneros del Padre Celestial. Y esta
segunda parte, germinación y maduración, es esa respuesta de buena voluntad a
la acción del Señor en cada uno. Por eso, inclinemos nuestro corazón en señal
del compromiso de proteger de los cizañeros el buen trigo que el Señor siembra
en nosotros:
Que la gracia y la paz de Dios nuestro
Padre y de Jesucristo su Hijo y Señor nuestro estén ahora y siempre con cada
uno de ustedes.
Acto
penitencial
El Señor siembra la mejor de las semillas,
que no siempre encuentra buen terreno... Cada cual conoce el estado de su
campo. Pidamos humildemente perdón:
– Por nuestra poca correspondencia al amor
ilusionado de Jesús que se desvive por hacer crecer en nosotros su evangelio de
amor y verdad. Señor, ten piedad de nosotros.
– Porque a veces, conscientes o no, somos
sembradores de cizañas en el campo de la propia vida o ajena con malos
ejemplos, palabras y acciones. Cristo, ten piedad de nosotros.
– Porque a veces nos amigamos con los
cizañeros que nos apartan de la verdad y nos convencen con sus errores, sus
fantasías y maldades. Señor, ten piedad de nosotros.
Dios todopoderoso tenga misericordia de
nosotros perdone nuestros pecados y nos dé la vida eterna.
Liturgia de la
Palabra
Primera Lectura (Sab
12, 13. 16- 19): Dios muestra su fuerza como principio de su justicia y en su
gobierno revela su inmensa misericordia e indulgencia.
Salmo Responsorial (Sal
85, 5-6. 9-10. 15-16a): Tú, Señor eres bueno e indulgente.
Segunda Lectura (Rom
8, 26-27): El Espíritu de Dios que vive en nosotros ruega por nosotros con
gemidos que no se pueden expresar con palabras.
Evangelio (Mt
13, 24-43): No es cuestión de arrancar la cizaña corriendo el riesgo de
arrancar también el buen trigo, ambos son parecidos: a la hora de cosechar se
sabrá claramente cuál es cuál.
Oraciones de
los fieles
Todos juntos, cada cual con su campito,
formamos el gran campo del mundo al cual vino el que es la Palabra para dar
testimonio de la verdad y del amor de Dios en medio del mundo.
Pidamos ayuda repitiendo a cada intención: Con
tu amor y tu verdad ayúdanos a vencer el mal.
Para Dios todo lo bueno es posible: que el
Espíritu del Padre y del Hijo nos ayude a eliminar las tinieblas del mal con la
luz de nuestra fe y las buenas obras. Oremos.
Los labradores ya querían arrancar la
cizaña, como nosotros, impacientes ante el mal reinante, mientras que Dios aguarda
paciente el triunfo final del bien. Oremos.
La violencia engendra violencia y sólo el
diálogo es el camino para la paz; que podamos transformar la cultura de odio y
muerte por una cultura de vida nueva. Oremos.
Jesús fue crucificado por predicar la verdad,
el amor, la justicia y la paz. Hoy muchos cristianos son martirizados por creer
en Jesús y vivir su evangelio en contra del desorden establecido por los
poderosos. Oremos.
Que nuestros difuntos ya en paz eterna,
viéndonos continuar su labor de concordia y solidaridad, rueguen para que no
dejemos de luchar contra odios y maldades. Oremos.
Buen Jesús del mejor trigo, que lo siembras
sin medida, y nos quieres trabajando en la viña de tu Padre, danos vivir
convencidos y trabajar entusiastas, pues nosotros venceremos el odio con amor,
el error con la verdad, ¡y esto algún día será, porque tú lo has prometido!
Amén.
Presentación de las ofrendas
¿Qué podemos presentar y ofrecer a Dios que
no lo hayamos recibido abundantemente de su amor? Sí, nuestra buena voluntad,
pero también ella es la obra silenciosa y secreta de su Espíritu si vivimos
abiertos a su acción santificadora. Presentémosle el agradecimiento y la
alegría de ser sus hijos tan mimados. Cantemos con todo amor...
Comunión
Dios es amor, escribe
san Juan, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él. ¡Qué
más y mejor podríamos anhelar
que vivir en Dios, por Cristo, con él y
en él! Nuestra comunión con el sacramento del Cuerpo y la Sangre de Jesús
es el anticipo de lo que viviremos eternamente en el cielo, es el pago que el
Padre nos dará cuando finalicemos nuestro a trabajo en su viña.
Cantemos con la esperanza...
Despedida y bendición final
Esta Misa fue el descanso semanal en
intimidad y comunión en torno a la mesa del altar. Ahora
volvemos al quehacer diario en la viña del
Señor: en casa, el taller o la oficina, el estudio, la cultura, la política y
la economía, el arte y también la diversión y el deporte, ¿dónde, no? Y no
olvidemos que él cuenta con nosotros para hacer de este mundo la antesala feliz
del cielo.
Y que el Señor nos bendiga y nos proteja,
tenga piedad y nos muestre su rostro, nos mire siempre con amor y nos conceda
su paz.Y que la bendición de Dios todopoderoso
Padre,
Hijo y Espíritu Santo descienda sobre nosotros y permanezca para siempre. Amén.
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