MONICIÓN DE ENTRADA
Hoy comenzamos la Semana Santa. Iniciamos, pues, la Semana Fundamental en nuestra realidad como seguidores de Cristo. Las lecturas de este Domingo de Ramos nos refieren la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Él sabe muy bien a qué se compromete con esta opción que ha tomado; pero, Él ha venido a cumplir una misión y la llevará hasta el final. Deja que en su entrada lo aclamen los que lo han seguido. Quiere dejarles un mensaje muy claro. Él tan sólo quiere reinar en el corazón de cada hombre, y sabe que sólo los pobres, los pequeños, los niños se decidirán a vitorearlo con todos los riesgos. Pues ellos si guardan en su interior un corazón abierto a la novedad de Dios. Y eso es lo que Jesús ha venido a buscar. Pidámosle su gracia para seguirlo durante estos días lo más cerca posible. Todos estos duros momentos --que nos taladrarán el corazón-- son necesarios para llegar a la Pascua.
MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS
1.- La primera lectura sacada del Libro de Isaías, nos muestra al Señor, siempre cerca del que sufre. Para él tiene una palabra de aliento, una mano tendida, una ayuda crucial. Es un relato crucial del Antiguo Testamento para mejor entender la Pasión de Cristo. Es el tercer cántico del Siervo del Señor.
S.- Al Salmo 21 se le considera, como en el caso de la profecía del Siervo de Yahvé, una anticipación profética de lo que iba a ser el sufrimiento de Jesús de Nazaret para salvarnos a todos. Jesús, en la cruz, reza estos versos al Padre en un momento tan significado e importante para la redención del género humano.
2.- Un fragmento de la Carta a los Filipenses, conforma la segunda lectura. San Pablo nos reclama para realizar estas acciones desde la más profunda humildad. Y como ejemplo: Cristo. Él lo hizo todo sin hacer alarde de su categoría de Dios.
3.- Como evangelio La Pasión. Cualquier palabra sobraría para llegar a comprender que fue el mayor acto de amor que pueda conocer la historia. Tras la alegría de la entrada en Jerusalén que hemos celebrado con la Procesión de los Ramos, la liturgia de este día lee completa la Pasión de Nuestro Señor que en el presente ciclo --el A-- corresponde a San Mateo. El relato de Mateo es completo, pleno de detalles y rico en matices. Es ya difícil saber por qué Jesús tiene que morir. Y, sobre todo, admitir que ha de morir y en la Cruz. Escuchemos.
NOTA.- Recordamos que esta monición sobre las lecturas puede también leerse de una vez para aquellas celebraciones que prefieren proclamar solo una monición al principio y no las cuatro tal como indican los números. Está redactada para que sirva en los dos casos.
EXHORTACIÓN DE DESPEDIDA
Hoy, Jesús, ha entrado triunfador en Jerusalén, pero dentro de tres días el mundo --nosotros mismos-- pedirá su muerte. Tengámoslo en cuenta y sepamos que hay que estar con Cristo –y con los hermanos—cuando el tiempo es bueno y amable, y cuando llegan las grandes borrascas. No lo olvidemos.
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