Llamados a la reconciliación, queremos asumir este tiempo de crisis como una oportunidad para la esperanza. Por eso te presentamos humildemente, Padre, nuestros propósitos y deseos para este camino de Cuaresma que ahora comenzamos:
• Por la Iglesia, hecha de hombres y mujeres que somos polvo y ceniza, pecadores perdonados, para que anunciemos la reconciliación, la fraternidad y la paz.
• Por nuestro mundo, para que en todas partes renazca un tiempo nuevo donde se transformen las estructuras que causan tanto sufrimiento y no se añada más dolor al que ya padecemos.
• Para que las comunidades cristianas, conscientes de del tesoro bautismal que llevan en vasijas de barro, entre, en este tiempo de Cuaresma, en un proceso de novedad cristiana.
• Por nosotros, sellados hoy con el signo de la ceniza, para que, a lo largo de este tiempo cuaresmal, sepamos reconciliarnos con Dios, con los demás y con nosotros mismos.
• Para que, renacidos por el agua del bautismo, nos vayamos reconciliando con quienes no piensan como nosotros, con quienes nos parecen diferentes, con los extranjeros y con quienes se sienten ajenos a nuestra tradición.
Escucha, Padre, nuestra oración y haz, de este tiempo de Cuaresma, una oportunidad de para reavivar en nosotros toda la riqueza de nuestro bautismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario