24 febrero 2014

Guión Litúrgico (4) para el VIII Domingo T.O. 2 de marzo

Tiempo ordinario Domingo 8

SALUDO
Hermanos, el amor de Dios nuestro Padre, que ha prometido colmar sobradamente todas nuestras esperanzas, esté siempre con vosotros.

           
ENTRADA
Queridos amigos, un domingo más nos reunimos en la celebra­ción de la Eucaristía para compatir el pan de vida y escuchar la Palabra del Señor, que hoy nos seguirá invitando a vivir con unas actitudes nuevas de confianza en Dios Padre, de solidaridad con los hombres, de búsqueda de libertad para todos.
Si escuchamos las palabras del Señor y no las olvidamos, si somos capaces de ponerlas por obra, cambiará nuestra mentalidad y nuestra vida, cambiará nuestro corazón y seremos esos hombres nuevos que el Reino de Dios necesita para ser creciendo entre no­sotros.
Con el propósito sincero de ponernos en manos de Dios para que su Reino aflore en nuestro mundo, comenzamos la celebración.

ACTO PENITENCIAL
-Tú nos llamas a vivir con confianza en el amor de Dios Padre y superar así todos los agobios que nos paralizan.
 Señor, ten pie­dad.
-Tú nos liberas de toda servidumbre para que podamos entre­garnos con plena libertad a trabajar por la justicia.
Cristo, ten piedad.
-Tú nos invitas a buscar el Reino de Dios por encima de todo, para que los hombres seamos más hermanos.
 Señor, ten pie­dad.

ORACION COMPLETA
Dios, Padre nuestro, concédenos tu ayuda para que con nues­tro trabajo consigamos que el mundo progrese según tu voluntad, las naciones gocen de una paz estable y tu Iglesia pueda cumplir la misión de anunciar la Buena Noticia a todos los pueblos. Por nuestro Señor.

LECTURA PROFETICA
La experiencia del silencio de Dios ha abrumado a los creyen­tes de todos los tiempos; en esta situación de nada sirven las ad­vertencias v las amenazas, sino que más bien hacen falta palabra  de aliento y de ánimo, palabras que inviten a confiar en el amor de Dios, como las del profeta Isaías que vamos a leer a continua­ción.

SALMO RESPONSORIAL
Descansa sólo en Dios, alma mía.
Sólo en Dios descansa mi alma, porque de El viene mi salva­ción; sólo El es mi roca y mi salvación, mi alcázar: no vacilaré.
Descansa sólo en Dios...
Descansa sólo en Dios, alma mía, porque El es mi esperanza: sólo El es mi roca y mi salvación, mi alcázar: no vacilaré.
Descansa sólo en Dios...
De Dios viene mi salvación y mi gloria; él es mi roca firme, Dios es mi refugio. Pueblo suyo, confiad en El, desahogad ante El vuestro corazón.
Descansa sólo en Dios...

LECTURA APOSTOLICA
Pablo aprovecha su carta a los Corintios para hacer unas reco­mendaciones sobre las actitudes con que se debe vivir la misión de evangelizadores: todos somos necesarios, pero ninguno imprescindible; debemos poner todo nuestro empeño en la tarea, pero sin olvidar que cl Señor es el primer interesado en que se anuncie el Evangelio.

LECTURA EVANGELICA
Una vez más nos recuerda Jesús que ser discipulo suyo no consiste en ser bueno, sino en ser diferente, entre otras cosas, en la postura que se adopta ante el dinero: a fuerza de obsesionarse  por el comer y el vestir, unos comen opíparamente mientras que  otros mueren de hambre. Frente a la preocupación por el dinero,  Jesús propone preocuparse por el Reino de Dios.

ORACION DE LOS FIELES

Oración universal: Oremos a Dios nuestro Padre, y presentémosle nuestros anhelos, por nosotros, por la Iglesia, y por el mundo entero. Respondamos diciendo:

ESCÚCHANOS, SEÑOR.

1. Para que Dios conduzca a la Iglesia por los caminos de la fe, de la esperanza, del servicio, de la alegría profunda de la fe. OREMOS:

2. Para que entre nosotros aumenten las vocaciones al ministerio presbiteral y diaconal, y a la vida religiosa y monástica. OREMOS:

3. Para que los cristianos de Hispanoamérica den en medio de sus países un buen testimonio del Evangelio. OREMOS:

4. Para que los países que sufren por el hambre y la pobreza reciban el apoyo y la ayuda que necesitan para remontar esta situación dolorosa. OREMOS:

5. Para que haya paz y concordia en todos los pueblos de la tierra. OREMOS:

6. Para que nuestros familiares y amigos difuntos sean acogidos por Dios en su vida eterna. OREMOS:

7. Para que todos nosotros sepamos vivir siempre llenos de confianza en Dios. OREMOS:

Oh Dios, tú que amas a todos, concédenos lo que te hemos pedido con humildad. Por Jesucristo, nuestro Señor.


Orcmos juntos a Dios nuestro Padre, que cuida de nosotros y se preocupa de nuestra suerte, diciendo: "Venga a nosotros tu Reino".

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Acoge, Padre bueno, estos dones que te presentamos; que lleguen hasta ti acompañados de nuestro afán por hacer presente tu Reino en nuestro mundo y que así la fraternidad sea una realidad entre todos los hombres. Por Jesucristo.

PREFACIO
Realmente es justo y necesario, es nuestro deber y salvación bendecirte, Padre, porque eres el Dios de la vida, luchador infatigable en favor del hombre y de su felicidad.
Todos los pueblos te han intuido como el Dios que se pone de parte de los hombres, que se afana por vencer las tinieblas y  la muerte, por regenerar la tierra y  devolver la dignidad y la esperanza al hombre. "Tú eres el Padre que viste a los lirios del campo y da de comer a los pájaros; el que hace llover y salir el sol sobre justos e injustos, cl que cuida hasta de los pelos de nuestra cabeza y nos anuncia, en la resurrección de Jcsucristo, que todos estamos llamados a compartir su misma vida.
Por todo esto proclamamos nuestra confianza en ti cdiciendo: Santo, Santo, Santo...

ORACION DESPUES DE LA COMUNION
Dios, Padre nuestro, haz que esta celebración de la Eucaristía en la que hemos participado nos haga vivir de talmodo que todos podamos participar un día de la mesa celestial. Por Jesucristo.

NOTA: Los textos alternativos propuestos, no pretenden desplazar a los textos oficiales que el celebrante  siempre tiene en cl Misal. Son textos para sugerir, no para suplir.

DESPEDIDA
Quizá el principal problema de muchos de nosostros es que en la práctica y a pesar de todas las advertencias de Jesús, estamos sirviendo a dos señores; o incluso puede que a más; queremos ser discípulos de Jesús, y al mismo tiempo, estar bien cómodos, que no nos falte de nada, que nuestra cuenta corriente esté segura…  Por eso no acabamos de servir a Dios. Para pensarlo. Y cambiar.

CANTOS PARA LA CELEBRACION



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