28 diciembre 2013

Muévete al ritmo de Jesús

El ritmo de Jesús y el de su familia nos desborda. ¡Menuda marcha! Es una familia alegre para una Iglesia y un mundo alegres.
Necesitamos esa alegría. Y ya vemos lo que nos cuenta el evangelio: hay que huir a Egipto. Salir de la propia tierra. ¡Qué duro! Navidad tiene este contraste: alegría y éxodo, peregrinación… Somos peregrinos, peregrinos en familia.
Ojalá como María, José y Jesús cuidemos de nuestra familia, de nuestros amigos, creemos hogar, comunidad, especialmente con los que carecen de ese amor y ese calor.
El papa Francisco nos invita continuamente a la alegría, a no parecer “avinagrados”. Que esa alegría, que brota de la fe, nos inunde y se expanda, siempre al ritmo de Jesús. No busquemos otros ritmos…

Fuente: el blog de Kemiano

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