17 octubre 2012

Santos, día 18 octubre


SAN LUCAS, evangelista. Originario de Antioquía de Siria y nacido de familia pagana, se convirtió a la fe y acompañó al apóstol San Pablo, de cuya predicación es reflejo el Evangelio que escribió, a partir del segundo viaje del Apóstol, quien le llama «mi querido médico». Nos transmitió en otro libro, denominado Hechos de los Apóstoles, los primeros pasos de la vida de la Iglesia desde la Ascensión del Señor hasta la prisión de Pablo en Roma. Tras el martirio de Pablo, dejó la ciudad eterna, perdiéndose sus huellas. Es patrono de los médicos (junto con San Cosme y San Damián) y también de los pintores porque, aparte la leyenda según la cual habría pintado la imagen o icono de María, es el evangelista que mejor ha trazado la fisonomía de la Virgen. El evangelio de Lucas es el evangelio del rostro misericordioso del Padre, el de Jesús amigo de los pecadores, el de la preferencia de Dios por los pobres, el de la comunión y el universalismo cristiano.- Oración: Señor y Dios nuestro, que elegiste a san Lucas para que nos revelara, con su predicación y sus escritos, tu amor a los pobres, concede, a cuantos se glorían en Cristo, vivir con un mismo corazón y un mismo espíritu y atraer a todos los hombres a la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
SAN PEDRO DE ALCÁNTARA[Murió el 18 de octubre y su memoria se celebra el 19 del mismo mes]. Nació en Alcántara, provincia de Cáceres en España, el año 1499. Después de estudiar en Salamanca filosofía y derecho, ingresó en la Orden franciscana y se ordenó de sacerdote. Ocupó en la Orden diversos cargos. Austero consigo mismo, extremaba su dulzura con los demás. Llevado por el celo de las almas, se dedicó a la predicación con gran fruto. En 1554 obtuvo de la Santa Sede permiso para iniciar una observancia más fiel a la Regla de San Francisco. Se le agregaron otros hermanos, a quienes formó en la vida de penitencia y austeridad, en intensa oración y en la guarda estricta de la pobreza, y así se formó la Reforma Alcantarina, que tantos frutos de santidad daría a la Iglesia. Además, con sus consejos prestó ayuda a santa Teresa de Jesús para la reforma del Carmelo. Escribió obras en que expuso su propia experiencia ascética y contemplativa, fundada sobre todo en la devoción a la pasión de Cristo. Murió en Arenas de San Pedro (Ávila) el 18 de octubre de 1562.- Oración: Señor y Dios nuestro, que hiciste resplandecer a san Pedro de Alcántara por su admirable penitencia y su altísima contemplación, concédenos, por sus méritos, que, caminando en austeridad de vida, alcancemos más fácilmente los bienes del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.