04 agosto 2012

Evangelio del día, 4 de agosto


Evangelio según San Mateo 14,1-12. 
En aquel tiempo, la fama de Jesús llegó a oídos del tetrarca Herodes, y él dijo a sus allegados: "Este es Juan el Bautista; ha resucitado de entre los muertos, y por eso se manifiestan en él poderes milagrosos". 
Herodes, en efecto, había hecho arrestar, encadenar y encarcelar a Juan, a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe, 
porque Juan le decía: "No te es lícito tenerla". 
Herodes quería matarlo, pero tenía miedo del pueblo, que consideraba a Juan un profeta. 
El día en que Herodes festejaba su cumpleaños, la hija de Herodías bailó en público, y le agradó tanto a Herodes 
que prometió bajo juramento darle lo que pidiera. 
Instigada por su madre, ella dijo: "Tráeme aquí sobre una bandeja la cabeza de Juan el Bautista". 
El rey se entristeció, pero a causa de su juramento y por los convidados, ordenó que se la dieran 
y mandó decapitar a Juan en la cárcel. 
Su cabeza fue llevada sobre una bandeja y entregada a la joven, y esta la presentó a su madre. 
Los discípulos de Juan recogieron el cadáver, lo sepultaron y después fueron a informar a Jesús.