Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 16, 23b-28
A la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus discípulos: Les aseguro que todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, Él se lo concederá. Hasta ahora, no han pedido nada en mi Nombre. Pidan y recibirán, y tendrán una alegría que será perfecta. Les he dicho todo esto por medio de parábolas.
Llega la hora en que ya no les hablaré por medio de parábolas, sino que les hablaré claramente del Padre.
Aquel día ustedes pedirán en mi Nombre; y no será necesario que Yo ruegue al Padre por ustedes, ya que Él mismo los ama, porque ustedes me aman y han creído que Yo vengo de Dios. Salí del Padre y vine al mundo. Ahora dejo el mundo y voy al Padre.
La Iglesia participa en la empresa de la evangelización
Nos encontramos a Pablo visitando y animando a los discípulos. Comienza este viaje desde Antioquia lugar de referencia para su misión entre los gentiles. Hoy tenemos como centro a Éfeso y en él un nuevo discípulo Apolo, de Alejandría. Hombre elocuente y versado en las Escrituras, que predica con fuerza a Jesús, pero que solo conoce el bautismo de Juan.
Digno de destacar es la tarea de los laicos que se permiten corregir, proporcionando una contribución muy importante al arraigo del “camino del Señor”. Podemos ver como toda la Iglesia participa en la empresa de la evangelización, cada uno con sus límites, pero con el apoyo y la aportación fraterna de todos. Con esta lectura estamos invitados a abrir nuestro corazón, a reconocer nuestra necesidad de formación. Reconocer los signos del Espíritu que habita en todos los creyentes, en todas las comunidades. La Iglesia se encuentra dispuesta a celebrar en este año el Sínodo para la “nueva evangelización y la transmisión de la fe cristiana”, vemos como la urgencia de llevar el nombre de Jesús sigue vivo en nuestra Iglesia, os invitamos a leer los Lineamenta de esta asamblea que sin duda nos ayudarán a todos a crecer y a ver la necesidades de la Iglesia actual y universal.
Lineamenta para el Sínodo de la Nueva Evangelización
El Padre os concederá todo lo que pidáis en mi nombre
El culto en espíritu y verdad que Jesús deja a sus discípulos consiste en la comprensión de la relación recíproca que existe entre el Padre y el Hijo y la manifestación de Jesús con el don de la oración, diciéndonos así que Él es el único camino para llegar a Dios. Con la Venida del Espíritu Santo vemos el sentido de todas las palabras de Jesús y todos podrán comprender la verdad del Padre y lo que Él pretende dar a conocer a través de todas sus parábolas y palabras.
Todos los discípulos de Cristo participamos de la unión que existe entre Él y el Padre desde la oración sincera. En nuestra alabanza, en nuestra oración, nuestra voz se une a la de Cristo y tenemos la certeza de que será escuchada, dándose un entendimiento perfecto en el amor y en la fe con Cristo. Que nuestra oración sea elevada al Padre por medio de nuestro hermano Jesucristo, que sea nuestro motor y nuestra confianza. Santa Teresa del Niño Jesús escribía lo que era para ella la oración: “Para mi la oración es el impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada hacia el cielo, un grito de reconocimiento y de amor tanto desde la prueba como desde dentro de la alegría”.
Llega la hora en que ya no les hablaré por medio de parábolas, sino que les hablaré claramente del Padre.
Aquel día ustedes pedirán en mi Nombre; y no será necesario que Yo ruegue al Padre por ustedes, ya que Él mismo los ama, porque ustedes me aman y han creído que Yo vengo de Dios. Salí del Padre y vine al mundo. Ahora dejo el mundo y voy al Padre.
Compartiendo la Palabra.
Por Dominicos.org
Nos encontramos a Pablo visitando y animando a los discípulos. Comienza este viaje desde Antioquia lugar de referencia para su misión entre los gentiles. Hoy tenemos como centro a Éfeso y en él un nuevo discípulo Apolo, de Alejandría. Hombre elocuente y versado en las Escrituras, que predica con fuerza a Jesús, pero que solo conoce el bautismo de Juan.
Digno de destacar es la tarea de los laicos que se permiten corregir, proporcionando una contribución muy importante al arraigo del “camino del Señor”. Podemos ver como toda la Iglesia participa en la empresa de la evangelización, cada uno con sus límites, pero con el apoyo y la aportación fraterna de todos. Con esta lectura estamos invitados a abrir nuestro corazón, a reconocer nuestra necesidad de formación. Reconocer los signos del Espíritu que habita en todos los creyentes, en todas las comunidades. La Iglesia se encuentra dispuesta a celebrar en este año el Sínodo para la “nueva evangelización y la transmisión de la fe cristiana”, vemos como la urgencia de llevar el nombre de Jesús sigue vivo en nuestra Iglesia, os invitamos a leer los Lineamenta de esta asamblea que sin duda nos ayudarán a todos a crecer y a ver la necesidades de la Iglesia actual y universal.
Lineamenta para el Sínodo de la Nueva Evangelización
El Padre os concederá todo lo que pidáis en mi nombre
El culto en espíritu y verdad que Jesús deja a sus discípulos consiste en la comprensión de la relación recíproca que existe entre el Padre y el Hijo y la manifestación de Jesús con el don de la oración, diciéndonos así que Él es el único camino para llegar a Dios. Con la Venida del Espíritu Santo vemos el sentido de todas las palabras de Jesús y todos podrán comprender la verdad del Padre y lo que Él pretende dar a conocer a través de todas sus parábolas y palabras.
Todos los discípulos de Cristo participamos de la unión que existe entre Él y el Padre desde la oración sincera. En nuestra alabanza, en nuestra oración, nuestra voz se une a la de Cristo y tenemos la certeza de que será escuchada, dándose un entendimiento perfecto en el amor y en la fe con Cristo. Que nuestra oración sea elevada al Padre por medio de nuestro hermano Jesucristo, que sea nuestro motor y nuestra confianza. Santa Teresa del Niño Jesús escribía lo que era para ella la oración: “Para mi la oración es el impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada hacia el cielo, un grito de reconocimiento y de amor tanto desde la prueba como desde dentro de la alegría”.
MM. Dominicas Monasterio Sta. María la Real
Bormujos (Sevilla)
Bormujos (Sevilla)