Detrás del Desierto ABRÁZAME EN TU ABISMO Tuve tiempo de acallar el alma y mirar desde el verso no dicho la ensenada tan quieta que late tras el yo, para encontrarte a solas como un negro vacío lleno de luz sin nombre, que en el fondo soy solo esa gran noche abierta y estrellada. Anda el viento gritando de mi parte cuando rompo el tabique de mi mismo y va tu río fluyendo por el cauce de la ausencia de mí hacia la nada total que abrazo cuando muero para estar vivo. Desándame los títulos con los que sin razón me visto cada día, esa falsa cordura que me impide la demencia feliz de amar tu precipicio. Despéñame hacia el hueco de tu sima que sin saberlo siempre he sido desde dentro. Pues sólo en esa noche desértica y desnuda me abrazará la lumbre del rencuentro. Pedro Miguel Lamet |