Por Eloy Roy
Las piedras transformadas en pan.
¿Es vulnerable tu hermano? Aprovecha la ocasión y compra su alma por algunas migajas de pan o un plato de arroz. Aduéñate de sus derechos por un plato de lentejas. Toma posesión de su tierra a cambio de chucherías y cuentas de colores. Conviértete en dueño de sus recursos por un puñado de dólares. Véndele tu democracia y tu religión, incendiando su país y robándole su petróleo. Apodérate de su libertad y hazle tu esclavo a cambio de aguardiente, opio o viejos fusiles. Agregarás todos los gastos a su cuenta y le aplicarás las tasas de interés que te plazcan. Como él no podrá pagarlos, le quitarás todos los bienes que aún le queden. Llegarás así a ser el dueño del mundo y el Mesías de la humanidad.
Tírate desde el campanario y los ángeles te servirán de paracaídas.
Declárate “infalible”. Diles a tus hermanos y hermanas que es imposible que caigas, imposible que tropieces, imposible que te equivoques, porque Dios está contigo y nunca te dejará caer. Entonces tus hermanos y hermanas caerán de rodillas ante ti aclamando tu Santidad y proclamándote Vicario de Dios sobre la tierra. Partirán entonces por legiones a difundir en todas las naciones el reino de tu fe y de tu ley. Quién les obedezca será salvado, quién les desobedezca, condenado. Sigue leyendo...
¿Es vulnerable tu hermano? Aprovecha la ocasión y compra su alma por algunas migajas de pan o un plato de arroz. Aduéñate de sus derechos por un plato de lentejas. Toma posesión de su tierra a cambio de chucherías y cuentas de colores. Conviértete en dueño de sus recursos por un puñado de dólares. Véndele tu democracia y tu religión, incendiando su país y robándole su petróleo. Apodérate de su libertad y hazle tu esclavo a cambio de aguardiente, opio o viejos fusiles. Agregarás todos los gastos a su cuenta y le aplicarás las tasas de interés que te plazcan. Como él no podrá pagarlos, le quitarás todos los bienes que aún le queden. Llegarás así a ser el dueño del mundo y el Mesías de la humanidad.
Tírate desde el campanario y los ángeles te servirán de paracaídas.
Declárate “infalible”. Diles a tus hermanos y hermanas que es imposible que caigas, imposible que tropieces, imposible que te equivoques, porque Dios está contigo y nunca te dejará caer. Entonces tus hermanos y hermanas caerán de rodillas ante ti aclamando tu Santidad y proclamándote Vicario de Dios sobre la tierra. Partirán entonces por legiones a difundir en todas las naciones el reino de tu fe y de tu ley. Quién les obedezca será salvado, quién les desobedezca, condenado. Sigue leyendo...