El próximo mes de mayo se celebrará en las cercanías de Roma el III congreso europeo de nuevas formas de presencia franciscana en el contexto social, cultural, político, económico y religioso de Europa.
Entre los temas que han suscitado mayor interés en la comisión organizadora del mismo se sitúa el fenómeno jacobeo, la experiencia de la peregrinación hacia el “finisterre” occidental, que en los últimos años ha vivido un gran auge y un gran influjo mediático.
Y es ahí, en el Camino de Santiago, en un claro compromiso con nuestro tiempo, donde surge una nueva presencia franciscana al servicio de los peregrinos, atendiendo el santuario de Santa María la Real de O Cebreiro (Lugo), puerta natural de entrada en Galicia, que guarda un gran encanto contendido sobre todo en la espiritualidad latente en la pequeña iglesia pre-románica que atienden ya, desde el pasado mes de octubre, tres franciscanos de nuestra Provincia de Santiago, y a la espera de que se incorporen otros frailes provenientes de otros lugares del continente.
El Camino de Santiago más que un lugar geográfico, más que un trayecto o itinerario físico, supone una auténtica peregrinación interior que hace que muchas personas se encuentren, reencuentren, o redescubran a Dios en sus propias vidas. Y los franciscanos, en este mismo sentido, lo que único que pretendemos es servir humildemente, fraternalmente, en nombre del Dios en el que creemos.
Fr. Francisco J. Castro Miramontes, ofm
Delegado para el Camino de Santiago
Tomado de la Web de los Franciscanos de Galicia
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