En la víspera de la llegada del Papa Benedicto XVI a Santiago de Compostela, el Arzobispo de esta ciudad, Mons. Julián Barrio Barrio, señala que el Santo Padre quiere promover aquí la nueva evangelización en medio de una sociedad que vive una crisis de fe, peregrinando hacia el Apóstol Santiago con toda la Iglesia para generar "una nueva primavera con grandes frutos espirituales" para toda la humanidad.
En un artículo publicado hoy en L’Osservatore Romano, el Arzobispo agradece al Papa su visita a España y señala que el Santo Padre "viene principalmente como ‘peregrino de la fe’ (…). Cuando el Papa se hace peregrino, en su calidad de Pastor universal de la Iglesia, de hecho es la Iglesia entera la que peregrina junto a él. Por este motivo su peregrinaje asume un gran significado pastoral, doctrinal y espiritual".
Luego de comentar que esta es la primera visita de Benedicto XVI a Santiago de Compostela, Mons. Barrio señala que el Apóstol Santiago, "Patrón de las Españas" es fundamental en la historia de la península ibérica, poniéndose a la cabeza de la "España cristiana y de los vastos lugares en los que la presencia evangelizadora de los españoles es una realidad".
Seguidamente se refiere al "eje espiritual Jerusalén-Roma-Compostela" que "ahora el sucesor de Pedro refuerza, confirmando la dimensión de universalidad así como de hispanidad y europeidad que posee el Camino de Santiago".
El Camino de Santiago, prosigue, ha sido un germen de culturas, centro de transmisión e intercambio de ideas y corrientes artísticas, punto de encuentro en paz y armonía de lenguas y pueblos. En definitiva, "un eje que porta la primera consciencia común de Europa" y un factor de unidad en la diversidad.
"Preocupado por la situación en Europa –continúa el Arzobispo– el Papa va al encuentro del Apóstol Santiago para pedirle que este continente redescubra que solo a través de este camino de conversión recorrido por los peregrinos se puede recuperar las raíces cristianas. El Papa Benedicto XVI quiere hacer real y eficaz el deseo de una nueva evangelización".
Luego de manifestar su deseo de colaborar con el Santo Padre en la misión de la Iglesia, de manera particular en Europa, Mons. Barrio concluye destacando que "el renovado esfuerzo evangelizador de los cristianos, sostenido por la gracia de Dios, traerá verdaderamente una nueva primavera con grandes frutos no solo para la Iglesia, sino para toda la humanidad del siglo XXI".
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