¡Paz y Bien para cada uno de vosotros!
Bajo el cielo de nuestra parroquia, hoy hemos vivido una experiencia que nos renueva el alma. La jornada de Sembradores de Estrellas ha transformado una mañana ordinaria en un testimonio vivo de fe, uniendo a niños, jóvenes, familias y catequistas en una misión compartida.
Todo comenzó a mediodía en la Capilla de La Porciúncula. Tras recibir el envío, nuestra comunidad se convirtió en un pequeño ejército de alegría. El objetivo era claro: recordar a cada vecino que el verdadero corazón de estas fiestas es que Jesús nace para ti. Ver a los más pequeños correr ilusionados para entregar esas estrellitas ha sido el mejor recordatorio de que la Navidad no es solo una fecha, sino un encuentro.
No podemos dejar pasar la oportunidad de dar las gracias. A cada familia presente, vuestro apoyo es el motor de la parroquia. Y, por supuesto, una mención llena de gratitud para Moncho, quien con su simpatía, sus accesorios navideños y ese cargamento de caramelos, hizo que el espíritu festivo brillara con más fuerza. ¡Gracias por tu generosidad constante!
Al mirar hacia los días que vienen, os invitamos a celebrar con esperanza. Disfrutad de los vuestros y mantened un lugar de honor en vuestro pensamiento para aquellos que, aunque ya no caminan a nuestro lado, permanecen grabados en nuestra memoria y oración.
Que la alegría del Niño que viene nos inunde. ¡Desde lo más profundo de nuestro corazón, os deseamos una muy Feliz Navidad!
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