Los niños y niñas de Primero de Comunión de los jueves, acompañados por sus catequistas Puri Begoña, han sido los primeros en abrir las puertas de este tiempo tan especial. Con mucha ilusión y energía, se reunieron ayer en la Iglesia para comenzar juntos el ciclo litúrgico del Adviento.
La cita fue doblemente bonita: no solo estuvieron presentes los pequeños protagonistas, sino también sus padres, que quisieron acompañarlos en este momento de preparación y esperanza. Entre sonrisas, saludos y algún que otro nervio, todos compartieron la alegría de iniciar un camino que nos lleva hacia la Navidad.
El Adviento es un tiempo de espera, de encender luces y corazones, y los niños lo vivieron con esa espontaneidad que tanto contagia. Con sus catequistas, aprendieron que cada vela que se enciende en la corona del Adviento es un paso más hacia el nacimiento de Jesús, y que cada gesto de cariño y solidaridad nos acerca a vivir la Navidad de verdad.
La Iglesia se llenó de voces infantiles, de miradas curiosas y de la emoción de quienes saben que están viviendo algo importante. Fue un comienzo sencillo, pero lleno de significado: un recordatorio de que la fe se transmite en comunidad, en familia, y con la alegría de los más pequeños.
Sin duda, estos niños y niñas nos han dado una lección preciosa: empezar el Adviento con entusiasmo, con ganas de compartir y con el corazón abierto. ¡Y qué mejor manera de hacerlo que juntos, rodeados de quienes nos quieren y nos acompañan en el camino!
Para ver los vídeos, puedes verlos en esta misma entrada o AQUÍ
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