Entrada: Venimos nuevamente en este domingo a reunirnos como la gran familia de Dios, nos ponemos en su presencia, lo escucharemos como sus hijos y recibiremos de Él, el alimento de su palabra y del cuerpo y la sangre de su Hijo, Jesús. En torno a esta mesa participemos con alegría.
Lecturas: La verdadera sabiduría consiste en saber buscar el rostro de Dios, y ello se logra con el verdadero seguimiento de Jesús, descubriéndolo también en el servicio a los pobres. Escuchemos.
Ofrendas: Unamos a la ofrenda del pan y del vino nuestra propia vida, desprendida de todas nuestras posesiones y pertenencias.
Comunión: Con Jesús no podemos comulgar plenamente, si no somos capaces de dejarlo todo. Recibamos vida eterna que es su única recompensa.
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