Abramos nuestra mirada a todas las realidades del universo y oremos.
Que aprendamos a valorar, Señor, las realidades de tu creación.
• Por el planeta tierra. Para que la cuidemos como nuestra casa habitable y nuestra madre nutricia, roguemos al Señor.
• Por el hermano sol y nuestras hermanas la luna, las estrellas y las galaxias. Para que no nos falten su luz, su calor y su armonía gravitatoria, roguemos al Señor.
• Por la hermana agua. Para que, clara y fresca, llegue a saciar la sed de todas las gentes y, fecunda y distribuida, riegue valles, montes y desiertos, roguemos al Señor.
• Por nuestros hermanos los árboles. Para que los amemos porque nos regalan frutos sabrosos y son los pulmones de la tierra, roguemos al Señor.
• Por nuestra comunidad para que incorpore a su sensibilidad comprometida los problemas de la ecología, roguemos al Señor.
Dios, raíz de toda realidad, ayúdanos a que nuestro avance técnico no destruya ni deteriore sino que respete y goce los bienes de la creación.
Homilética 4 (2015)
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