SOLEMNIDAD DE PENTECOSTÉS
Mayo 19 de 2024
Entrada: La solemnidad de Pentecostés llena de alegría este tiempo de Pascua, que llega a su plenitud. El don del Espíritu revela la grandeza del amor de Dios y nos hace discípulos misioneros que se comprometen a construir la Iglesia. Vivamos con gozo esta fiesta del Espíritu y dejémonos mover por la misma fuerza que llenó de alegría el corazón de los apóstoles.
Lecturas: El Espíritu Santo, se derrama sobre los Apóstoles, les enciende el alma y los convierte en luz para el mundo. El Espíritu Santo, guía a la Iglesia ahora y al igual que los discípulos, somos enviados a proclamar las maravillas de Dios. Escuchemos con atención
Secuencia: Este es un himno singular y bellísimo, compuesto en los primeros años de la Iglesia. Es un texto muy hermoso, dirigido con alegría al Espíritu Santo. De pie unámonos a esta hermosa oración.
Ofrendas: Los dones de pan y vino que presentamos serán transformados en el Cuerpo y Sangre de Cristo, por acción del Espíritu Santo para gloria de Dios Padre y salvación nuestra.
Comunión: Al recibir la santa comunión, estamos proclamando con hechos, que queremos que Jesús sea el Señor de nuestra vida. Sólo en una íntima unión con él podremos mantener en nosotros esa vida nueva que brota de su Espíritu.
ORACIÓN UNIVERSAL
Queridos hermanos: puesto que hemos recibido el Espíritu que nos hace decir Padre, dirijámonos, hermanos, con sentimientos filiales al Señor, diciendo: Oh, Señor, escucha y ten piedad.
- Para que Jesús que, exaltado a la diestra de Dios, ha recibido el Espíritu Santo prometido, lo envíe abundantemente sobre la Iglesia. Roguemos al Señor.
- Para que la luz del Espíritu Santo aleje las tinieblas de los hombres, los lleve al conocimiento de la verdad, convierta el odio en amor y los sufrimientos en alegría. Roguemos al Señor.
- Para que la fuerza del Espíritu Santo guíe por los caminos de la conversión a los que son víctimas de sus propios engaños o de los errores del mundo. Roguemos al Señor.
- Para que el Espíritu de sabiduría nos haga penetrar en los secretos de Dios, nos recuerde continuamente lo que Cristo dijo y fortalezca nuestra fe. Roguemos al Señor.
Que tu amor de Padre, Señor, escuche complacido las súplicas de tu pueblo que lleno de gozo ha recibido ya, como primer don tuyo, el Espíritu Santo prometido, que contigo y tu Hijo vive y reina por los siglos de los siglos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario